MINNEAPOLIS, MN
Acaso hoy más que nunca, ante el vértigo que provocan las ya iniciadas campañas por la presidencia de los Estados Unidos, se requiere de una profunda discusión sobre las condiciones que viven millones de personas que han inmigrado a los Estados Unidos. Y es que la configuración demográfica del país ha cambiado y puede predecirse el arribo de cambios aún más significativos, en materia de composición étnica y cultural.
En poco tiempo, según predicciones en el 2050, la población de este país será muy diferente a lo que ha sido por ya tan largo tiempo, con una mayoría de esta siendo no blanca, ni de origen anglosajón. La diversidad será la norma, y mucho de ello será consecuencia de un proceso migratorio que ha atraído a un número significativo de nuevos habitantes. Incluso, en algunos estados, la contribución al crecimiento poblacional por parte de grupos de inmigrantes supera a la que aporta el número de nacimientos en compensación con las muertes.
Por ello, el Centro de Investigación de la Historia de la Inmigración de la Universidad de Minnesota ha organizado la conferencia América Inmigrante, que tiene lugar en el campus de la misma institución entre el 23 y el 24 de Octubre. En estos días se ha abierto un foro para la discusión en perspectiva histórica del fenómeno migratorio internacional, con la reforma migratoria de 1965 como punto de partida.
Escolares de todo el país confluyen con la presentación de avances de investigación que arrojan nuevas pistas que permiten entender de mejor forma lo que hoy vivimos. Destaca la presencia de connotados investigadores como es el caso del profesor Hiroshi Motomura, de la Universidad de California en Los Ángeles, quien analizó la influencia que ha tenido la ley de inmigración de 1965 en el país, considerando los aspectos planeados, no previstos y profundos del proceso. Entre otros detalles, Motomura, quien es también un influyente asesor presidencial en la materia, plantea que las leyes de migración tienen suficientes partes flojas que dejan abierta la posibilidad de la aplicación de ellas en forma discriminada, y con base al criterio individual de quienes las aplican.
En su participación, Motomura analizó las características del DACA y del DAPA, como medidas parcialmente correctivas a problemas profundos que deben ser abordados. Pero también reconoció que su efecto es limitado, y que acaso su permanencia se encuentre en riesgo, con base en los vaivenes políticos y potenciales cambios significativos de liderazgo.
Mesas de trabajo y presentación de trabajos ocurrieron a lo largo de la primera jornada, en los que se abordan temas diversos, desde estudios centrados en la inmigración latina, y más particularmente mexicana, a este país. El cómo los inmigrantes se han insertado en las comunidades a las que llegan, así como las medidas y propaganda que se ha desplegado en contra de ellos, se ha discutido en diversas mesas. La inmigración asiática al territorio estadounidense, así como la de quienes arriban en condición de refugiados, se analiza profundamente también, como una inigualable oportunidad de atender y aprender sobre los diversos formatos y condiciones migratorias.
En la conferencia participan escolares que representan a la Universidad de Minnesota, bajo el liderazgo de Erika Lee, directora del Centro de Historia de la Inmigración de la misma universidad. Destacan desde luego las participaciones del profesor Jimmy Patiño, profesor del Departamento de Estudios Chicanos, Bianet Castellanos, profesora de Estudios Americanos del Colegio de Artes Liberales (CLA), o el profesor Ryan Allen, del Instituto Humphrey, en Planeación Urbana y Regional, quienes desarrollan investigaciones en población latina en MN, además de otras áreas.
Un evento que habrá que seguir, sobre todo cuando se arribe a conclusiones, a fin de contar con mayor información sobre lo que pasa poder actuar en consecuencia ante los cambios que se avecinan. Aprender de la historia conlleva a una visión del futuro que debiera satisfacer a la mayoría de la población.