SAINT PAUL, MN. Por Dra. Nancy Álvarez
Hacer el amor con violencia, no tiene nada que ver con hacer el amor. O sea, el amor debe rodearse de ternura, cariño, afecto y comunicación positiva. La violencia y el sexo no tienen por qué andar juntos. Todo lo que es violencia, en cualquier campo, está mal y ocasiona problemas. No es sano y no está bien.
Puede ser que, en algún momento, mientras se hace el amor con mucha pasión, quizá haya algunos movimientos un poco fuertes, pero que nunca deben confundirse con la violencia. Y que quede claro: es violencia empujar a una mujer, darle golpes, morderla. Todo eso es inaceptable.
No podemos fomentar la violencia de ninguna manera, en ninguna parte. Si usted ama a una persona, siente ternura por ella, lo lógico es que quiera abrazarla, no pegarle. ¿Quiere decirle que la ama? Bésela, pero sin dar golpes, ni montar un ring de boxeo. Piénselo detenidamente, haga un análisis a ver si alguna vez ha caído en esos errores. Y, en ese caso, pida ayuda.
A algunos les gustan las nalgaditas o mordiditas, pero eso no quiere decir que le arranquen un pedazo, si es que nos queremos acercar a lo normal. Ahora, hay quienes solo disfrutan golpeando a otra persona, maltratándola, o casi ahogándola. De hecho, ha habido muchos casos de asfixia. Entonces, que no le quepan dudas: esto ya tiene una connotación de problemas psicológicos. Cuando la persona siempre va hacia lo fuerte-fuerte, estamos ante algo dañino, que necesita ayuda y orientación.
Hay quienes solo sienten placer si los maltratan, por ejemplo, dejándose ahorcar por su pareja. Sin embargo, esto a veces llega a un punto tan extremo que puede terminar en la muerte.
No es algo normal. Tanto el que recibe la violencia como el que la ofrece, necesita consejo psicológico, inmediatamente.
Por favor, absténgase de maltratar a su pareja al hacer el amor. Aléjese de cualquier asomo a la brutalidad. El amor no tiene nada que ver con golpear, estrangular o romper huesos del cuerpo. Por eso, no es bueno ver pornografía. Sobre este tema comentaré en una próxima ocasión.