SAINT PAUL, MN
En este último año, el tema de la insulina y muertes por falta de ella han sido parte de las noticias a nivel nacional. Por que ahora costear el tratamiento para la diabetes es una cuestión de vida o muerte para los miles de diabéticos en el país que enfrentan dificultades económicas para comprar la insulina.
Por falta de dinero, algunos de estos enfermos decidieron ‘racionar’ la insulina, lo que les costó la vida. Un estudio realizado por la Universidad de Yale encontró que uno de cada cuatro pacientes diabéticos admitió haber racionado la insulina debido al aumento de precios.
A falta de competidores y de versiones genéricas, el precio de la insulina se ha disparado de 21 dólares por frasco en 1996, a 320 dólares en 2018 y muchas personas necesitan varios por mes. Según estimaciones de la Asociación Médica Estadounidense, entre 2002 y 2013, el precio de la insulina se triplico.
En Minnesota, cerca de un millón de personas tienen diabetes, es decir, el 10 por ciento de la población, los legisladores dicen que muchos de ellos ya no pueden comprar el medicamento por lo que están tratando de hacer algo al respecto.
Es así como ayer, la Cámara de Representantes aprobó un proyecto de ley que le permite al estado ponerle un tope al costo de los medicamentos para la diabetes.
Dentro del paquete que están considerando los legisladores, se encuentra una propuesta para establecer un dispensario de emergencia de insulina para personas que podrían morir si no pueden pagar el medicamento.
Personas con diabetes se reunieron en el Capitolio del Estado para decirles a los legisladores que el precio de la insulina está aumentando más rápido de lo que tienen la capacidad de pagar.
Durante una audiencia, los pacientes con diabetes describieron el impacto del aumento en el precio para un frasco de insulina que solía costar 20 dólares y ahora, con seguro, el suministro de un mes puede costar 595 dólares.
Es por esto que los legisladores permitirá al comisionado estatal de salud establecer un nivel máximo de reembolso para las compañías de seguros.
Mientras que las compañías farmacéuticas culpan a las compañías de seguros por el alto precio de la insulina, aseguran que la intervención del estado no va a ayudar.
La Asociación Estadounidense de Diabetes, estima que hay más de 7 millones de estadounidenses con diabetes que necesitan insulina para controlar los niveles de azúcar en la sangre.
