SAINT PAUL, MN
El Senado estatal aprobó ayer el plan para sincronizar los impuestos estatales con los del gobierno federal, la nueva ley tributaria federal que se aprobó a finales del año pasado forzó a los senadores de Minnesota a hacer los cambios correspondientes.
La reforma fiscal federal recortó impuestos para muchos contribuyentes en todo el país , mientras que los estados con impuestos altos como Minnesota están en contra de posibles aumentos para cientos de miles de residentes. La división del gobierno en el estado, con una legislatura republicana y el gobernador demócrata, se ha convertido en una lucha política.
El proyecto del gobernador Mark Dayton, está dirigido a las familias de bajos y medianos ingresos a través de créditos fiscales en lugar de reducciones de tasas y anularía algunas disposiciones promulgadas el año pasado, incluidas exenciones de impuestos para los productos de tabaco. El gobernador, a diferencia de los republicanos, también quieres capturar los impuestos de las operaciones internaciones de las corporaciones.
El 99.8 por ciento de los contribuyentes o 2.1 millones de Minnesotanos, no verían ningún incremento de impuestos o una reducción en su factura de impuestos, aseguró el senador Roger Chamberlain y que el proyecto de ley que sincroniza la ley del estado con el nuevo sistema federal debe pasar esta sesión.
“Si no hacemos nada, las declaraciones y devoluciones de impuestos de los ciudadanos de este estado se harán más difíciles. Si nos conformamos y no hacemos cambios en la ley, los residentes de Minnesota estarían sujetos a enormes aumentos de impuestos”.
El proyecto de ley del Senado reduciría la tasa de impuesto a la renta en un cuarto de punto porcentual, de 5.35 a 5.1 por ciento, beneficiando a casi todos los contribuyentes ya que se aplica a los primeros 26 mil dólares de sueldo para un solo asalariado.
También busca preservar muchas deducciones fiscales populares, como los gastos por inscripciones, lo que automáticamente recortaría los impuestos en un futuro cuando el estado tenga un superávit presupuestario. Donaciones, impuestos hipotecarios y sobre la propiedad se mantendrán.
El nuevo plan de impuestos provocará un recorte de impuestos, reduciendo automáticamente las tasas de ingresos y corporativas de un décimo a un uno por ciento, siempre que el pronóstico económico para noviembre proyecte un superávit estatal suficiente.
A pesar de las objeciones de los demócratas, la medida se aprobó 34 a 32.
