SAINT PAUL, MN
El Senado de Minnesota pasó ayer una serie de medidas para hacer más flexibles las regulaciones para los proveedores de cuidado infantil, debido a las preocupaciones de los legisladores de que ciertas regulaciones están haciendo que se escaseen las guarderías, sobre todo en las zonas rurales.
Un gran número de proveedores de cuidado infantil han tenido que cerrar o han abandonado la profesión debido a los bajos salarios, el agotamiento y las frustraciones por las fuertes regulaciones que dicen que han dificultado su trabajo.
De acuerdo al Departamento de Servicios Humanos, la cantidad de proveedores de cuidado infantil en todo el estado disminuyó de casi 11 mil que había en 2011 a aproximadamente nueve mil en 2016.
Las áreas rurales han sido las más afectadas por los cierres debido a las pocas opciones de cuidado infantil y de trabajadores que puedan llenar vacantes de empleos. Por lo que el Senado aprobó abrumadoramente tres medidas para ayudar a relajar una serie de regulaciones.
Una de ellas, permitirá al Departamento de Servicios Humanos, que supervisa las instalaciones de cuidado infantil, otorgue licencias a más trabajadores permitiéndoles usar su experiencia laboral externa en sus cualificaciones.
El nuevo proyecto de ley también requiere que el departamento trabaje para reducir “onerosas cargas regulatorias”.
Otra medida eliminaría los requisitos de las huellas digitales y fotografiar a los adolescentes que viven en una guardería infantil. Al respecto, la senadora Mary Kiffmeyer, dijo que el requisito no es necesario para proteger la salud y la seguridad de los niños que están en la guardería.
Kiffmeyer añadió que considera que la reglas estatales agravan las presiones para los proveedores de atención médica. “Si a esto lo agregan todas las regulaciones, la cuales aumentan el costo y las molestias, eso hace que se hunda el barco completo”.
La directora de políticas de la Asociación de Profesionales de Cuidado Infantil de Minnesota, Julie Seydel dijo que el problema es peor en la parte rural del estado porque los programas públicos para cuidado de niños de bajos ingresos pagan menos fuera del área metropolitana de las Ciudades Gemelas.
Este hecho, ha llevado a que los proveedores de cuidado diurno rechacen a los clientes de bajos ingresos porque las tasas de reembolso no se han mantenido al día con los costos operativos, de acuerdo a Seydel.