MINNEAPOLIS, MN
Ocho de los más de 20 aspirantes a la candidatura presidencial demócrata en 2020 esbozaron este viernes sus ideas para un modelo de país distinto al del presidente Donald Trump, con oportunidades y derechos para más personas, incluyendo a los 11 millones que viven indocumentadas en el país.
Bernie Sanders, Elizabeth Warren, Amy Klobuchar, Eric Swalwell, Julián Castro, Beto O’Rourke, John Hickenlooper y Pete Buttigieg hablaron hoy en Miami en un foro organizado por la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos (NALEO) y la cadena hispana Telemundo, en el que el gran ausente Joe Biden, quien lidera las encuestas.
Todos ellos coincidieron en defender la necesidad de una reforma migratoria amplia y en rechazar la inclusión de una pregunta sobre la ciudadanía en el Censo 2020 que puede hacer que los latinos queden infra representados desde el punto de vista demográfico, lo que significaría, entre otras cosas, menos ayudas para ellos.
Varios anunciaron que si el censo se hace con la pregunta en cuestión, pues la Corte Suprema no obliga antes a retirarla, no dudarán, si llegan a la Casa Blanca, en emitir órdenes ejecutivas o decretos para que se repita hasta tener una cuenta “completa” y “precisa”.
El senador Bernie Sanders fue el único que instó a pelear ya por la retirada de esa pregunta que, según el alcalde de South Bend (Indiana), Pete Buttigieg, tiene “una motivación racial y política”.
El Congreso tiene la capacidad de no aprobar fondos para el censo, subrayó. Hay que decirles que “no vamos a poner dinero para el censo a menos que se elimine el lenguaje segregacionista”, subrayó el senador por Vermont, el aspirante de más edad.
Todos los participantes saludaron en español a la audiencia y algunos se atrevieron a construir algunas frases en el idioma de Cervantes, obviamente entre estos el único latino, Julián Castro, de origen mexicano, y también O’Rourke, que provocó la risa de los asistentes al foro cuando usó el término “pendejo”.
El único que no hizo mención directa a Trump fue el excongresista texano, quien puso como ejemplo de lo que quiere para el país su propia ciudad, El Paso, que junto Ciudad Juárez forma la “mayor comunidad del hemisferio”, con tres millones de personas que, unidas, son más “que la suma de las partes que la forman”.
La necesidad de unión en una época de divisionismo impulsado desde el Gobierno fue resaltada por la mayoría de los aspirantes a la candidatura demócrata, que apoyaron también en su mayoría una subida del salario mínimo a por lo menos 15 dólares la hora y medidas para aliviar las deudas de los universitarios.
La senadora Minnesotana Amy Klobuchar, que al igual que O’Rourke dijo que el cambio climático es el primer punto de su agenda, dijo que Trump “trata de dividirnos todos los días” y apeló “al sentido de responsabilidad y prosperidad compartidas” como antídoto.
Fue la única que mencionó al expresidente Barack Obama, para decir que Estados Unidos necesita un líder que represente y ayude a todo el país, no solo a los más ricos.
Al respecto, Elizabeth Warren, también senadora, dijo que la pregunta fundamental que uno debe hacerse es “¿para quién trabaja el gobierno?” y si es solo para el 2 % más rico, como, según dijo, hace la actual administración, no se logra “un futuro para todos”.
Warren dijo que no se trata de castigar a alguien por ser rico, sino de que sus impuestos ayuden a crear oportunidades, y se mostró enfática en la necesidad de acabar con el actual sistema en el que hay compañías privadas cuyas ganancias crecen si aumenta el número de inmigrantes detenidos, pues operan los centros donde esta recluido el 73 % de los que aguardan deportación.
Por su parte, Sanders defendió un país en el que el acceso a la salud y la educación sea un derecho, no un privilegio, y aseguró que su plan de crear un sistema de salud universal incluirá a los 11 millones de indocumentados, a los que el “demagogo” Trump ha convertido en los “culpables de todos los problemas”.
“Hoy les hago una promesa muy simple: proteger a los indocumentados, una reforma migratoria integral, restituir el estatus legal a los 1,8 millones de jóvenes en DACA (programa de Obama para inmigrantes llegados en la infancia). Crear una política humanitaria en la frontera será un tema prioritario de mi agenda”, aseveró con la advertencia de que no lo hará en uno o dos años.
El exgobernador de Colorado John Hickenlooper propuso dar inmediatamente a los indocumentados una visa de diez años con extensiones que les permita trabajar y poder visitar sus países.
Se trata de que “salgan de las sombras y tengan vidas reales”, dijo el único de los participantes en el foro que habló de “socialismo”, aunque para decir que “no es la solución”.
Julián Castro, por su parte, prometió usar su poder ejecutivo para “expandir inmediatamente DACA” y para otorgar un Estatuto de Protección Temporal (TPS) para los venezolanos que han escapado de la crisis en su país y están en Estados Unidos.
Uno solo de los aspirantes habló de la violencia armada y de los tiroteos que enlutan con frecuencia a Estados Unidos, el congresista Eric Swalwell, quien prometió “prohibir y comprar de nuevo los 15 millones de armas de asalto que pertenecen a los campos de batalla” y están en poder de civiles.
Tanto Buttigieg como O’Rourkee se refirieron a Puerto Rico.
El primero dijo que los puertorriqueños, como “ciudadanos” de este país, deben ser “tratados por igual y representados adecuadamente”, pero además deben decidir sobre su futuro.
“Y si esa decisión es estado, Estados Unidos debe aceptar eso”, subrayó el aspirante.
O’Rourke indicó que quiere asegurarse de que “Puerto Rico pueda decidir su destino”.
“Como presidente, seguiré la decisión de las personas en esa isla para decidir cómo serán representadas, ya sea en el Senado de los Estados Unidos, si es en alguna forma de independencia. Quiero asegurarme de que decidan y de que podamos apoyarlos”.