MINNEAPOLIS, MN
Un ataque terrorista, considerado como de los más letales en cualquier parte del mundo en años recientes, dejó un saldo de más de 300 muertos cuando un camión bomba estalló en la capital de Somalia.
El atentado, ocurrido el sábado con un camión cargado de varios cientos de kilogramos de explosivos caseros y militares fue realizado en una calle muy concurrida en Mogadiscio, dejando además de los muertos 300 heridos más.
La bomba, que se cree iba destinada para el Ministro de Relaciones Exteriores de Somalia, estaba oculta en un camión y explotó cerca de un hotel, demoliendo ese edificio y varios más.
Dentro de las víctimas se encuentran gente del servicio, cinco paramédicos voluntarios y un periodista, pero la mayoría eran civiles en una de las calles más concurridas de Mogadiscio, ciudad que ha sido golpeada por múltiples atentados en los últimos años.
Entre los muertos, se encuentra Ahmed Eyow de Bloomington quien había llegado hacia unas horas a la ciudad. En Minnesota hay muchas personas que tienen familiares en esa ciudad y en Somalia y no se han podido comunicar con ellos.
El grupo extremista islámico más letal de África, Al Shabab, que tiene lazos con Al Quaeda, ha sido apuntado por el gobierno como el responsable. El grupo había prometido a principios de este año aumentar su ofensiva después de que los gobiernos de Somalia y Estados Unidos anunciaron recientemente nuevos esfuerzos militares contra el grupo. Sin embargo, Al Shabab no se ha adjudicado el atentado.
En una conferencia de prensa, líderes comunitarios pidieron ayuda para las víctimas y criticaron al presidente Trump por no condenar el ataque.
“Si el ataque hubiera sido dirigido a personas de otra fe o raza, creemos que habría hecho un comentario inmediato en sus redes social o en otra forma de declaración”, dijo Jaylani Hussein, Director Ejecutivo de CAIR Minnesota.
Mientras que el presidente no ha hecho comentarios personalmente, el Departamento de Estado condenó el ataque diciendo: “este tipo de atentados cobardes renuevan el compromiso de Estados Unidos de apoyar a nuestro socios somalís y de la Unión Africana para combatir la escoria del terrorismo”.
Este no es el primer ataque de este tipo en África: En 2015, 148 personas fallecieron en un ataque en la Universidad Garissa en Kenia; en 1998, explosiones en las embajadas de Estados Unidos y Kenia dejaron unas 219 personas muertas.