MINNEAPOLIS, MN
Los intentos de personas o grupos para prohibir libros en las bibliotecas públicas y escolares aumentaron un 38 % en 2022 y apuntaron, en su mayoría, a obras escritas por miembros del arcoiris de identidades de género y autores de minorías, según un informe divulgado este lunes.
La Asociación Estadounidense de Bibliotecas (ALA, por su sigla en inglés) abrió la Semana Nacional de la Biblioteca con su lista de los 13 títulos que fueron blanco, el año pasado, de más objeciones que buscaban su censura.
La Oficina de ALA para la Libertad Intelectual recibe reportes de bibliotecas, escuelas y medios de comunicación sobre tentativas de proscribir o restringir el acceso a libros en comunidades de todo el país. En 2022 documentó 2.571 títulos que fueron objeto de estas gestiones, en comparación con 1.858 títulos objetados en 2021.
“Con la publicación de los 10 libros más objetados cada año ALA reconoce a los autores valientes cuyo trabajo reta a los lectores con historias que alteran el status quo y ofrecen nuevas perspectivas sobre asuntos difíciles”, dijo la presidente de ALA, Lessa Kanani’opua Pelayo-Lozada.
“La lista ilustra también con qué frecuencia las historias por o acerca de personas LGBTQ+, personas de color, y experiencias vividas son objetadas por los censores”, añadió. “El cerrar los ojos a la realidad descrita en estas historias no hará que desaparezcan los desafíos de la vida”.
La lista, en realidad, incluye 13 títulos, con dos empatados en el quinto lugar, y cuatro en el décimo. En todos los casos las razones para los cuestionamientos se refieren a “contenido LGBTQIA+, descripción de abuso sexual, drogas, lenguaje soez, y la alegación de contenido sexual explícito”.
Al tope de la lista figura “Gender Queer,” de Maia Kobabe, seguido por “All Boys Aren’t Blue”, de George M. Jackson, y “The Bluest Eye”, de Toni Morrison.
Según un informe de la Oficina de Libertad Intelectual de ALA, el incremento en el número de cuestionamientos de libros responde a la actividad de grupos organizados de censura, y la mayoría de las objeciones apuntan a múltiples títulos.
El 40 % de los libros cuestionados figuraron en casos que involucraron 100 o más títulos. El 48 % de los libros y materiales objetados estaban presentes en bibliotecas escolares o en las aulas escolares, o eran parte del currículo escolar.
