MINNEAPOLIS, MN
Al menos 27 personas fueron asesinadas en un tiroteo ayer en una iglesia bautista de Sutherland Springs, Texas y una veintena más resultaron heridas.
Una testigo, quien es cajera en una estación de servicio ubicada frente a la iglesia, dijo que escuchó al menos 20 disparos en una rápida sucesión mientras se realizaba el servicio en la iglesia, alrededor de las 11:30 a.m. hora local.
Las víctimas tienen entre 5 y 72 años, dijeron las autoridades en Texas. El gobernador del estado Greg Abbott, dijo que el tiroteo en Sutherland Springs, a casi 64 kilómetros al sureste de San Antonio, es el peor tiroteo en la historia de Texas, y el quinto más mortífero en la historia moderna de Estados Unidos.
El Departamento de Seguridad Pública, dijo que el tirador de 26 años e identificado como Devin Kelly, fue visto en la gasolinera de enfrente, luego cruzó la calle, salió de su vehículo y comenzó a disparar. Se pasó al lado derecho de la iglesia después y continuó disparando, antes de entrar al edificio y disparar más.
Mientras el sospechoso salía de la iglesia, un residente le quitó el rifle y se le enfrentó, cuando logró desarmarlo Kelly huyó en su vehículo, seguido de cerca por el hombre que se le enfrentó, chocó y fue encontrado muerto dentro de su auto poco tiempo después en el Condado de Guadalupe. Aún no se sabe si se suicidó o si alguien más le disparó.
La autoridades encontraron varias armas en el vehículo y añadieron que el tirador estaba usando equipo táctico y un chaleco anti balas al momento del ataque. La Fuerza Área de Estados Unidos confirmó que Kelly sirvió en el Departamento de Preparación Logística de la fuerza hasta 2010.
De gira por Asia, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que “este acto de maldad ocurrió mientras las víctimas y sus familias estaban en su lugar de oración sagrada. No podemos poner en palabras el dolor que todos sentimos y no podemos empezar a imaginar el sufrimiento de aquellos que perdieron a quienes aman”, dijo Trump.
El presidente dijo que “sus oraciones y pensamientos” están con las víctimas y sus familias y prometió que su gobierno dará “completo apoyo al gran estado de Texas y a todas las autoridades locales que están investigando este crimen horrible”.
