SAINT PAUL, MN
En la lógica del desarrollo económico y social, es siempre lógico pensar que si se produce más, se generan mayores ganancias. De ahí que en la mente de muchos empresarios pequeños la idea de invertir para incrementar el volumen de producción (productividad), surja como una situación lógica e incuestionable. Sin embargo, el sistema de comercialización que rige en el capitalismo, establece el considerar otras variables en dicha lógica. Capacidad de compra, determinación de demanda (compradores) y acaso la inclusión de otros productores, tanto locales como nacionales e internacionales, son sumamente importante.
En el caso de Minnesota, una variable más debe considerarse, habida cuenta de una serie de secuelas asociadas con cambios climáticos que afectaron la producción agrícola este año. “Dados los retos que supuso el sembrar tarde en el año, y algunas inundaciones que padecimos, así como suelos congelados temprano en el año, los muchachos debemos estar agradecidos con lo que tenemos,” dijo Bruce Peterson, presidente de la Asociación de Productores de Maíz de Minnesota. “Ciertamente, no es ni de lejos un verdadero desastre en cualquier sentido, pero es un poco desalentador al ver los números finales.”
Con cerca del 95 por ciento de los campos de cultivo cosechados en Minnesota, la USDA (Departamento de Agricultura de los Estados Unidos), estima que la producción agrícola estará solamente 1% por debajo de lo que ocurrió el año pasado.
Sin embargo, la situación no ha sido homogénea en todo el país, según es posible ver en el reporte de agricultura presentado por la USDA, destacando que algunos estados, como Minnesota, han tenido algún nivel de caída en la producción, en tanto otros han logrado cifras récord (http://www.nass.usda.gov/Charts_and_Maps/Field_Crops/index.asp). En general, la producción de maíz ha alcanzado cifras extraordinarias si se suma el resultado a nivel nacional.
Incluso, si ponemos atención a la producción de soya, segundo producto agrícola más importante en el estado, la producción de frijol de soya en Minnesota se incrementó en 10% con respecto al período agrícola anterior. Es por ello que, aun cuando para muchos agricultores el fin del período de agricultura ha permitido contar con recipientes de almacenamiento pletóricos, no ocurre lo mismo con el optimismo entre los productores.
Una de las razones, señala Robert Craven, economista de la Universidad de Minnesota, es que el costo de producción es muy elevado, en tanto que los niveles de producción obligan a acudir al mercado forzados a ofrecer los granos a precios reducidos con el fin de poder competir frente a la oferta, incrementada por los récords en producción registrados. Otra situación se asocia con el lograr vender el producto antes de la cosecha, especialmente cuando los precios eran más altos. También hay que considerar cuanto de la tierra que el agricultor cultiva es rentada, y cuanto débito tiene en sus cuentas al comprar o rentar maquinaria y equipo. Asimismo, la historia que antecede este año, puede ser un paliativo, cuando que, en particular con el frijol de soya, Minnesota ha visto años positivos, que permiten a los agricultores, si han sido bien aconsejados, contar con un colchón que les permitirá salir airosos de este momento.
Se estima que en general, la producción agrícola en Minnesota fue mucho mejor de lo que se anticipaba frente al pronóstico al inicio del período, y el problema entonces es que no ha sido posible mantener los precios del ciclo anterior, y por tanto no hay tan claras ganancias. Pero ser agricultor, señala Mickey Peterson, es saber también que esto es como una montaña rusa, y se tiene que seguir el flujo. Peterson, agricultor y líder en el sector, sugiere que se observe con cuidado las tendencias para poder prepararse de la mejor forma para lo impredecible.
Al fin de cuentas, los efectos de estas subidas y bajadas en la producción agrícola se sienten en múltiples sectores, incluyendo el ganadero y el de mercado de consumo directo. Y, como casi siempre pasa, los efectos inmediatos, pueden generar un futuro más promisorio para los agricultores. Así se cumple una ley de nivelación de mercado y producción que ha regido en el mundo financiero por muchos, muchísimos años.