SAINT PAUL, MN
La cámara baja del congreso de los Estados Unidos aprobó la nueva redacción de la iniciativa de ley de reforma impositiva, con una votación de 227 votos a favor, y 203 en contra, por parte de los legisladores.
Esto ocurrió este martes, 19 de diciembre de 2017. La propuesta discutida y aprobada por la Casa de Representantes propone la implementación recortes en los impuestos, profundos y permanentes, en favor de corporaciones que operan en el país, y recortes temporales en favor de individuos.
Con el resultado de la votación en la cámara baja, pareciera que los legisladores y asesores republicanos en el espectro político, se encontrarán más cerca que nunca de aprobar un recorte equivalente a un millón, quinientos mil millones de dólares ($1.5 trillones en conteo anglo), al tiempo en que el senado delibera sobre el texto que habrá de votar esta misma noche.
Sin embargo, los miembros parlamentarios del senado han rechazado tres de las provisiones aprobadas por los representantes, eliminándolas de la versión que el senado aún discute. Lo anterior ha tomado lugar bajo el argumento de que las tres provisiones violan la llamada Regla Byrd. En suma, ello supone que la cámara baja deberá votar de nueva cuenta sobre la iniciativa como haya sido reescrita por el senado, habida cuenta de que ambas cámaras deben aprobar iniciativas idénticas.
Entre las provisiones rechazadas por el grupo parlamentario del senado se encuentra la propuesta de emplear 529 cuentas a fin de cubrir costos educativos de kínder a 12º grado. Esta provisión es parte también del criterio por el que las universidades son hoy sujetos en la categoría de impuesto al consumo tal y como lo impone la iniciativa, o bien convertirse en inversiones por ingreso.
La expansión a las 529 fue propuesta por el senador republicano Ted Cruz, y aun cuando se ha rechazado por el senado, es de esperarse que su inclusión no provoque grandes confrontaciones entre republicanos en el congreso. De esta forma, las reglas especiales que habrían logrado imponer los senadores demócratas, igualmente han de enfrentar capacidad limitada sobre modificaciones adicionales a la iniciativa de ley a discusión.
En otras palabras, en caso de que las provisiones rechazadas no logren recuperarse, estas no son tan significativas como para modificar significativamente la iniciativa, según el senador republicano Patrick J. Toomey. Hoy, sin embargo, los senadores demócratas han tomado ventaja de la ausencia de algunos senadores republicanos al momento del voto, y se han movilizado en forma unificada para actuar en contra de la propuesta republicana.
Otro elemento discutido en el senado fue el nombre de la iniciativa, “Acta de Recortes de Impuestos y Empleo”, en tanto que no consideraba influencia alguna en los gastos o en el ingreso del país. Ante ello, el senador Bob Menendez u algunos de sus compañeros demócratas, introdujo su nombre en la iniciativa, llamándola “su propia iniciativa.”
Ahora, aun en espera de que el senado concluya la votación sobre la iniciativa, en su versión modificada, se prevé que la cámara baja se vea obligada a votar de nueva cuenta sobre la versión que emerja al fin de la sesión en el senado. Así, parece que sólo es cuestión de tiempo para que la iniciativa presentada al congreso para modificar las formas impositivas en el país se convierta en ley, y genere el cambio más significativo en la forma de cobrar impuestos, favoreciendo a un pequeño porcentaje de la población, por sobre el resto, con mayor claridad. E incluso, aun cuando el beneficio sea menor y tan sólo temporal, un amplio sector de la clase media estadounidense verá un beneficio, que acaso se refleja en la elecciones del año entrante, cuando comience a tener efecto esta reforma.
