SAINT PAUL, MN
Sin duda los cambios en el gobierno de Canadá, con la llegada al poder de Justin Trudeau, son más y más notables. Primero, una buena noticia para ciudadanos mexicanos: la visa para entrar a Canadá como turistas o por períodos cortos para quienes crucen fronteras con pasaporte mexicano, será ya innecesaria. Esto es, una vuelta a la tuerca, y retorno a las condiciones previas a la llegada del segmento conservador en la política canadiense, cuando se impuso el requisito de visa a dichos ciudadanos.
Los trámites, se ha documentado, resultaban más difíciles de cumplir de lo esperado por parte de un país amigo y socio. Sin embargo, para muchos, ha sido más difícil contar con visas para viajar a Canadá de lo que lo es para viajar a Estados Unidos.
Luego, Canadá declara que recibirá refugiados provenientes de Siria. Así lo anunció el gobierno canadiense, al anunciar que se encuentra preparado para re-localizar a miles de refugiados sirios, y en particular aquellos que cruzan la frontera norte de Minnesota. Canadá anunció que recibirá a 25,000 refugiados hacia el fin del año.
Entretanto, en los Estados Unidos se han desatado una serie de preocupaciones en la frontera norte, tomando como argumento lo ocurrido en París, y lo cual ha desatado un serio debate político sobre la admisión de refugiados sirios al país de las barras y las estrellas, asociados con la seguridad de la frontera norte.
Así, ante el pánico hace presa de políticos, y luego de la declaración canadiense de abrir sus puertas a refugiados sirios, la urgencia por cerrar fronteras al paso de refugiados se manifiesta con mayor claridad. Sin embargo, hasta este momento, no se ha llamado por el incremento en las normas de seguridad en el paso de Warroad, uno de los cruces fronterizos de mayor demanda en Minnesota, y que se mantiene abierto las 24 horas del día.
Un flujo constante de trabajadores canadienses pasa de ida y vuelta a través del punto de cruce, a fin de cumplir con sus jornadas en la fábrica Marvin Windows. Cerca de 1,000 personas, que cruzan en 400 automóviles, pasan por el puente fronterizo de Warroad en los días de invierno en promedio, con el doble haciendo lo mismo en temporada de festividades, de acuerdo con el director del puerto de Warroad, Brian King.
“No puedo hacer comentarios sobre los niveles de personal,” indicó King, “pero puedo decir que estamos haciendo prácticamente las mismas cosas que hacíamos antes de estos recientes eventos en el mundo.”
El cruce por la frontera norte en Minnesota lleva entre dos y tres minutos para la mayoría de los viajantes. Es bastante sencillo, incluso aún después de que la seguridad fue reforzada como consecuencia de los ataques terroristas del 11 de septiembre, y la población local desea mantenerla de esa forma.
En contraste, en la frontera canadiense en el estado de Montana, la población ha expresado preocupación por lo fácil que resulta cruzar de un lado a otro. A ello se suman agentes fronterizos que expresan seria preocupación por no contar con medidas más estrictas para controlar el cruce de personas y bienes.
Cabe recordar que fue a través de la frontera canadiense con Estados Unidos que algunos de los señalados como responsables de los ataques del 11 de septiembre, cruzaron a los Estados Unidos. Así, cuando la frontera sur se señala como foco para reforzar medidas de control de cruce, el norte hoy es una interrogación enorme.
