MINNEAPOLIS, MN
Cerca de 218.000 inmigrantes no pertenecen legalmente a ningún país, no poseen papeles para comprobar su nacionalización o corren el riesgo de caer en esa situación conocida como la “doble indocumentación”, reveló un estudio presentado este jueves.
Según el reporte presentado por el Centro para Estudios de Migración (CMS), los estados de California, Nueva York y Texas presentan el mayor número de residentes que no cuentan con documentos oficiales de identidad emitidos por su país de origen, a la vez que tampoco tienen permiso legal en EE.UU. o corren el riesgo de perder su estatus migratorio oficial.
“El reporte encontró que la población en Estados Unidos que potencialmente no tiene un país de origen o está en riesgo de no tenerlo es más grande y más diversa de lo que se ha asumido previamente”, comentó Daniela Alulema, directora de programas de CMS.
Las entrevistas realizadas para el informe mostraron a la vez que estas personas “están profundamente conectadas con Estados Unidos a través de la familia, la escuela o sus propios negocios”, agregó la experta.
Según el estudio, California alberga unos 20.600 inmigrantes “sin país”; Nueva York 18.500; Texas 15.200; Ohio 13.200; Minnesota 11.200; Illinois 8.600; Pensilvania 8.200; Wisconsin 7.300; Georgia 6.600; y Virginia 6.500.
Entre los que enfrentan esta situación figuran personas originarias de México o de Centroamérica que vinieron al país de la mano de sus padres cuando eran niños o que al momento de entrar de manera ilegal al país no tenían documentos válidos de identificación de su nación de origen.
“Cuando vine a Estados Unidos, en mi viaje desde Guatemala para llegar aquí me robaron mis papeles y cuando llegué, a los 19 años, no tenía ningún papel de identificación”, dijo a Efe Miguel, quien prefirió no dar su apellido.
Luego de obtener un seguro social falso el joven pudo conseguir un trabajo, pero sabe que ese papel no representa lo que es él ni su verdadera identidad.
“Después de casi 10 años de estar viviendo en este país, cada vez veo más difícil tener un certificado de nacimiento que pruebe quien soy”, lamenta el inmigrante, originario de una zona rural en el noroeste de su país.
El congreso mexicano aprobó en 2016 una reforma al artículo 44 de la Ley del Servicio Exterior que otorgó a la autoridad consular la posibilidad de expedir actas de registro civil para los mexicanos residentes en el exterior, “incluyendo actas de nacimiento de los que no fueron registrados en su oportunidad conforme a las disposiciones aplicables”.
Otra situación de Centroamérica identificada en el reporte es el caso de los haitianos que entraron ilegalmente a República Dominicana y cuyos hijos, nacidos en ese país, no podían obtener su ciudadanía dominicana.
En 2014, el gobierno de República Dominicana abrió la posibilidad de registro de amnistía para estos casos registrados entre los años 1929 y 2007, aunque todavía quedan numerosos dominicanos hijos de haitianos que no han podido legalizar su situación.
Cabe resaltar que la situación denunciada por CMS afecta también a personas de origen europeo, asiático y africano.
Ese es el caso de Karina Ambartsoumian-Clough, quien nació en la Unión Soviética y vive en Filadelfia, pero no puede “reclamar la ciudadanía en ninguna parte”.
Según explicó, a pesar de haber nacido en Ucrania cuando este país era parte de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), no ha podido obtener la ciudadanía aun cuando tiene un certificado de nacimiento oficial.
“Este es el único documento que poseo que dice que yo soy quien soy y no es considerado legítimo ni siquiera en el país donde nací”, reclamó la activista en una declaración enviada a Efe.
Esa situación también le ha cerrado las puertas a la ciudadanía en Canadá y en Estados Unidos, aunque le ha abierto un camino para defender a quienes como ella no poseen un documento legítimo de nacionalidad.
Cofundadora del grupo “United Stateless”, la activista formó parte del grupo que analizó el informe denominado “Sin Estado en los Estados Unidos”.
“Sentimos fuertemente que somos expertos porque hemos vivido esta experiencia”, dijo en su participación la activista.
Los datos del análisis provienen de la Encuesta de la Comunidad Estadounidense y el Censo de población entre otros, al igual que de decenas de “extensas entrevistas” realizadas.
Los expertos recomendaron mejorar la recolección de datos sobre estos inmigrantes al igual que difundir su situación para “garantizar sus derechos y aliviar su aislamiento y su vulnerabilidad”.