Lo explicaba Eric Dier, jugador de la selección inglesa esta semana. “Para los jugadores es fácil cambiar el chip tan rápido del club a la selección, el problema es que hay lesiones que antes no te apartaban del torneo, y ahora sí”. El último en caer en esta trampa ha sido
Karim Benzema, el más importante de todos, por su reciente estatus de ganador del Balón de Oro.
La marcha de Benzema de la Copa del Mundo, a menos de 24 horas del inicio del torneo, es la última en el capítulo de jugadores caídos en combate. Un problema muscular tendrá al francés tres semanas fuera de los terrenos de juego y le impedirá disputar su segundo
Mundial, en el mejor momento de su carrera deportiva. Es el tercer Balón de Oro en perderse la Copa del Mundo, tras Alfredo Di Stéfano en 1958 y Allan Simonsen, en 1978. Ambos porque no se clasificaron; Benzema es el primero por lesión.
Este galardón, el más preciado a nivel individual del mundo, no ha estado ligado al éxito en el torneo internacional. Todo lo contrario. Ningún ganador del Balón de Oro ha levantado el premio en la temporada de su elección.
Desde la ausencia de Di Stéfano en 1958 hasta la de Benzema en 2022 han pasado otros catorce ganadores del galardón de France Football, previo al Mundial, y ninguno ha terminado como campeón del mundo.
El que más cerca lo tuvo fue Roberto Baggio, en Estados Unidos 1994, y también fue el final más cruel. El delantero italiano tuvo en sus botas el último pateo del encuentro, ese que se fue por encima de la meta de Taffarel. Su Balón de Oro de 1993 no fue rubricado con el título, como el de los otros cuatro finalistas del Mundial que llegaban con el galardón debajo del brazo.
Giani Rivera, en 1970, Johann Cruyff, en 1974, Karl-Heinz Rummenigge, en 1982, y Ronaldo Nazario, en 1998 se quedaron a una última victoria de hacer el soñado doblete. Pero Rivera se encontró con la Brasil de Pelé en la final, Cruyff con la implacable Alemania de los 70, Rummenigge con la Italia tocada por la varita del 82, y Ronaldo con el partido más difícil de su vida en París.
Hasta semifinales llegó Michel Platini, que ganó su tercer Balón de Oro en 1985 y al año siguiente, en México, cayó en la penúltima ronda contra Alemania. Más lejos se quedaron Florian Albert con Hungría en 1966, Michael Owen, con Inglaterra en 2022, Ronaldinho, con Brasil en 2006, y Leo Messi, con Argentina en 2010. Todos fallaron en cuartos.
En octavos cedieron Marco Van Basten, en 1990, y Cristiano Ronaldo, en 2018, mientras que las mayores decepciones, no pasando de la fase de grupos, recaen en Omar Sivori, en 1962, y Cristiano, en 2014.
Manuel Sánchez Gómez