MINNEAPOLIS, MN
Luego de casi tres meses en exhibición, ayer fue el último día de Guillermo del Toro en el Instituto de Arte de Minneapolis, con entradas vendidas mucho antes de las 5:00 del a tarde, que es la hora en que cierra el MIA.
Al parecer “At home with monsters” superó todas la expectativas de los organizadores, quienes tenían contemplado recibir cerca de 50 mil visitantes, según lo dieron a conocer al comienzo de la exposición.
“At home with monsters” atrajo la atención, no solo de los locales, sino de personas a lo largo y ancho del país y hubo quien se adentro en los misterios de del Toro no una, sino dos o tres veces, la exhibición bien valía la pena.
Los objetos de la colección tienen su residencia en Los Ángeles, en el hogar del cineasta conocido como Bleak House, en donde ha estado guardando libros, arte y figuras de tamaño natural de sus personajes favoritos como: H.P. Lovecraft, Edgar Allan Poe, Alfred Hitchcock, Frankenstein, entre otros y en la cual se inspiró el museo para crear las 8 salas que hasta ayer albergan la colección.
Durante el recorrido por las salas se puede ver a del Toro describiendo parte de su colección dentro de lo que el llama su “man cave”, la cual alberga juguetes y libros que ha leído en los últimos 40 años. Y al mismo tiempo se escucha la música de fondo creada por el compositor argentino Gustavo Santolalla, muy ad hoc con el tema.
La exhibición le llevo seis años al museo para poderla sacar adelante, estuvo organizada por temas, comenzando con representaciones de la inocencia y la infancia, en donde se puede ver una fotografía de 1970 del cineasta cuando era pequeño; continuaba con las exploraciones de la magia, el ocultismo, del horror y de los monstruos y concluyó con visiones de la muerte y del más allá.
En los últimos años he sido visitante frecuente del MIA y en pocas ocasiones he visto tal cantidad de personas, tomando al menos 15 minutos para encontrar un lugar para estacionarse y ya adentro, largas filas de cientos de personas quien pacientemente esperaban que pasaran 15 minutos para poder entrar a la Galería Target y ser parte del mundo de la imaginación del genio creativo del mexicano.
Durante su conversación con lo visitantes a través de la pantalla, Guillermo del Toro asegura que cuando uno pierde la curiosidad, es que ha comenzado a envejecer. Y yo por mi parte me declaro curiosa de su arte y de ahora en adelante parte de las filas de admiradores del cineasta, que son muchos.
