Washington, 9 ene (EFEUSA).-
El presidente Donald Trump y los demócratas volvieron hoy a plantarse en su posición frente al muro, cuando el cierre parcial administrativo arribó a su día 19 y se encamina a convertirse en el más largo en el país desde 1976.
La que parecía una reunión más de las varias sostenidas en los últimos días por el equipo presidencial con líderes republicanos y demócratas concluyó abruptamente cuando Trump abandonó el encuentro que se desarrollaba en la Casa Blanca.
“Acabo de salir de la reunión con Chuck y Nancy, una pérdida total de tiempo”, indicó Trump en su cuenta de Twitter, al tiempo que los líderes demócratas se quejaban ante los periodistas de que el gobernante hubiera dado por terminada la reunión.
El líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, relató a los reporteros que “el presidente se levantó y se marchó” e indicó que Trump argumentó que “no había nada que discutir” después de que Nancy Pelosi, la presidenta de la Cámara de Representantes, rechazase aprobar fondos para la construcción del muro.
“Pregunté ¿qué va a ocurrir en 30 días si rápidamente desbloqueo la situación, van a aprobar la Seguridad Fronteriza que incluye un muro o barrera de acero? Nancy dijo, NO. Dije ¡adiós, nada más funciona!”, relató Trump en Twitter.
En un acto en la Casa Blanca previo a la cita con los legisladores, el presidente había insistido en la “necesidad” del muro, una de las banderas de su campaña electoral.
“Todas las otras cosas, los sensores y los drones, son una maravilla, funcionan si tienes un muro. Si no tienes el muro, no importa. Un dron no va a parar a un millar de personas de atravesar la frontera”, sentenció.
El mandatario remarcó que “hay que dejar de lado la política y volver al sentido común”. “Dicen que se trata de una solución medieval. Es cierto. Es medieval porque funcionó entonces y funciona incluso mejor ahora”, ratificó.
Y en unas declaraciones desde el Capitolio, a donde se trasladó para sostener conversaciones sobre el muro, Trump subrayó que está dispuesto a mantener el cierre parcial “el tiempo que haga falta”.
Con las partes en un aparente callejón sin salida, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, reflotó la posibilidad de declarar una emergencia nacional, anuncio sobre el que se especuló antes del mensaje que Trump dirigió al país el martes en el horario de máxima audiencia.
“Es algo que estamos todavía contemplando. Desde luego es algo que sigue sobre la mesa“, señaló Sanders a los periodistas, aunque aclaró que el jefe de Estado considera como “la mejor solución” alcanzar un acuerdo con el Congreso.
En 1976, el Congreso estadounidense aprobó la Ley de Emergencias Nacionales, que permite al presidente declarar una emergencia nacional a su discreción y que no ofrece ninguna definición concreta de “emergencia” ni los criterios requeridos.
Bajo el amparo de una emergencia nacional, Trump podría reasignar el gasto militar en proyectos de construcción para levantar el muro.
Trump exige la inclusión de una partida de 5.700 millones de dólares para el muro en el proyecto de presupuesto que se discute en el Congreso, pero los demócratas, que ostentan la mayoría en la Cámara Baja, se niegan a destinar esos fondos.
Según una investigación publicada hoy por el diario The Washington Post, construir un muro en la frontera con México como el que pide Trump llevaría más de 10 años, requeriría unos 10.000 obreros y costaría al menos 25.000 millones de dólares.
El periódico preguntó a varios ingenieros y constructores acerca de cómo planificarían el proyecto de construcción de un muro en la frontera que siga el diseño de 1.600 kilómetros que exige Trump.
Los resultados determinaron que completar el muro requeriría 10 años y emplearía a unos 10.000 trabajadores, y, según los ingenieros, con los 5.700 millones de dólares que reclama Trump se levantarían sólo 370 kilómetros de barrera.