MINNEAPOLIS, MN
Corrían los años posteriores a la Revolución Cubana. Esa en la que un tal comandante Fidel Castro, junto con un grupo de idealistas como el propio comandante Ernesto Che Guevara, Camilos Cienfuegos, Raúl Castro, Juan Manuel Márquez, Fausto Obdulio Gonzáles, Juan Almeida Bosque, se unieron para luchar en contra del dictador Fulgencio Batista, y que, al triunfar, se vieron ante el reto de reconstruir a un país.
Corría la década de 1960, y la Revolución buscó traducirse en un movimiento cultural, que cambiara las percepciones sobre las prioridades de la propia revolución, y aglutinara a las mentes más brillantes en el ámbito de creación artística en el país. Una de las instituciones que más destacó de inmediato en este contexto, ha sido el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos. Dicho órgano oficial del nuevo gobierno, bajo Fidel Castro, apoyó a creadores, directores y actores, en la creación de filmes que conforman una generación dorada del cine cubano.
El Centro de Arte Walker, en la ciudad de Minneapolis, ofrece a los amantes del cine, y a quienes deseen explorar sobre las producciones que han sido consideradas obras maestras de todos los tiempos, la oportunidad de observar cuatro filmes, cuatro joyas del cine, que han influenciado poderosamente el quehacer del celuloide, más allá de las producciones de Hollywood, y de Europa.
El ciclo comienza el 26 de enero, con la proyección de la cinta Lucía. Una película dirigida por el maestro Humberto Solás, cuando éste contaba con apenas 26 años de edad, y que presenta una visión singular de la mujer cubana como agente transformador en la sociedad post-revolucionaria. Una cinta intensa, con actuaciones soberbias de principio a fin, por parte de Raquel Revuelta, Eslinda Núñez y Adela Legrá, quienes personifican a Lucia en tres diferentes períodos de la historia cubana: la guerra de independencia de España, la década de 1903 y la de 1960. Filmada en 1968, la propuesta visual de Lucia se constituye en una de las más innovadoras con seguimientos de cámara que, dados los pocos recursos con que se desarrolló, sorprendería a propios y extraños. El filme se presenta los días 26 y 27 de enero a las 7 pm y 2 pm respectivamente.
Los días 9 y 10 de febrero, se presenta Memorias del Subdesarrollo, del icónico cineasta cubano, Tomás Gutiérrez Alea. Filmada también en 1968, la cinta es considerada una de las mayores obras maestras del cine cubano y mundial. Mezclando estilos cinematográficos, la propuesta de Gutiérrez Alea es contestataria, crítica y propositiva al mismo tiempo que se comporta como una realización que entretiene de principio a fin. En un principio, críticos de cine expresaron su preocupación por el destino que el cineasta correría al presentar una visión crítica de la vida en la cuba de fines de los 60. Sin embargo, ocurrió todo lo contrario, pues con este filme, Gutiérrez Alea se consolidó como el cineasta representante de Cuba. La proyección de la cinta ocurrirá a las 7 de la noche ambos días.
El 15 de Febrero se proyectará en el Walker la cinta De Cierta Manera, de la directora Sara Gómez, quien plantea la dicotomía entre una mujer que trabaja como profesora en una escuela, y un conductor de autobús, quienes tienen que resolver el cómo traducir su mutuo amor en el contexto de una Cuba que se redefine, y que busca romper los estereotipos sociales, pero que no lo logra aun. De nuevo, esta cinta filmada en 1977, se presenta como un ejercicio crítico, honesto y artístico, de parte de una cineasta ampliamente reconocida en el país, y fuera de él. La cita es a las 7 PM, y la entrada es gratuita.
Finalmente, los días 23 y 24 de febrero se presenta la aclamada cinta La Muerte de un Burócrata, del mismo Tomás Gutiérrez Alea, y que ha sido un ejercicio icónico de crítica, una crítica profunda, al sistema burocrático que se habría implantado en Cuba hacia mediados de la década de 1960. La historia se centra en la posible imposibilidad de que el tío del personaje central fuese enterrado a su muerte, junto con su identificación del sindicato, lo cual impedirá a su familia el poder contar con el dinero de la pensión que les corresponde. En un tono surrealista, la película presenta una crítica en tono satírico a la burocracia cubana. Pero el valor artístico de la cinta ha sido reconocido más allá del mensaje que se desprende de la misma, reconociéndose el ejercicio visual y las actuaciones como poderosos y cautivadores. La cinta se proyectará a las 7 pm del 23 y a las 2 pm del 24.
Las cuatro cintas estarán acompañadas de un breve debate y comentarios conducidos por los profesores Leola Johnosn, de Macaleste College, August Nimtz, de la Universidad de Minnesota y de la curadora Sheryl Mousley, del propio museo. Una oportunidad inevitable para conocer sobre la historia del cine cubano de la mejor manera. ¡No la dejes pasar!