MINNEAPOLIS, MN.-
Para recordar los valores como el respeto y el amor a las tradiciones mexicanas se realizó la Feria del Mole en San Lucas Atzala, comunidad de Calpan, perteneciente al central estado mexicano de Puebla. Un total de 12 cocineras tradicionales presentaron su mole, el cual llevaba un ingrediente secreto, ese que le da el sabor peculiar y hace la diferencia entre todos, con la finalidad de que los asistentes se llevaran un buen sabor de boca.
Cada una de ellas estará vendiendo al rededor de 250 a 300 kilogramos de mole, para tener un total de 3,600 kilos vendidos en dos días, tras una preparación de dos semanas aproximadamente.
En valor de los platillos de entre 150 y 300 pesos (entre 8 y 17 dólares) depende del tamaño y la carne elegida, la cual podía ser de guajolote o pollo, así como enchiladas acompañadas de crema, queso y cebolla arriba.
Adicionado a estos platillos el comensal puede pedir un “Tlapachtamal”, un tamal de agua, con masa de maíz azul que previamente está molida en metate, una piedra rectangular tallada en roca volcánica que ayuda a moler a mano el maíz.
La cocinera Rogelia Ventura compartió con EFE que buscan recuperar una tradición arraigada en su comunidad que se presenta en las bodas o matrimonios de los habitantes.
Relató que tradicionalmente cuando alguien se casa se buscan padrinos de diferentes cosas como arreglo de salón, de iglesia, de música, entre otras cosas, por lo que el día de la fiesta se ofrece comida y se entrega mole a estas personas como muestra de respeto y ahora las nuevas generaciones ya no lo hacen.
“Con esto se da el agradecimiento porque fui madrina y nosotros queremos que haya respeto. El platillo de respeto es el mole con pierna de guajolote, porque ese el respeto de un padrino y queremos que se rescaten las tradiciones de nuestro pueblo, porque ahora los jóvenes ya no quieren”.
PREPARACIÓN DEL PLATILLO DE TRADICIÓN POR EXCELENCIA
Maricela Medina, cocinera de San Lucas Atzala, compartió con EFE que los ingredientes del tradicional mole poblano son plátano macho, galletas, pasas, chiles secos mulatísimo, pasilla, chipotle, ajonjolí, tortilla quemada, ajo, entre otros, así como ingredientes que brindan un toque especial, que no fueron revelados.
Con estos, se procede a crear la pasta molida a mano en metate, procedimiento que lleva aproximadamente dos semanas, ya que después se prepara con caldo de guajolote para que se vuelva líquido y pueda ser degustado.
Puebla ha recibido premios y reconocimientos con el nombramiento como “Mejor estado para disfrutar la gastronomía tradicional y contemporánea”.