MINNEAPOLIS, MN.-
Colombia aún no ha definido con Estados Unidos los detalles sobre el funcionamiento de unas oficinas de movilidad segura para migrantes, dijo este jueves en una entrevista con EFE la vicecanciller colombiana, Elizabeth Taylor Jay.
“Es un tema sobre el que no hay ningún tipo de definición y se está discutiendo”, señaló la diplomática en Washington, donde está de visita para participar en la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA).
EE.UU. había señalado, tras una reunión con el canciller Álvaro Leyva, que a partir del pasado lunes los migrantes iban a poder solicitar citas para presentarse en estos centros, coordinados por la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Sin embargo, la página web para las solicitudes aún no está activa y no se ha publicado más información al respecto sobre el supuesto programa para que los migrantes soliciten asilo o entrada a EE.UU., Canadá o España.
Según dijo hoy la vicecanciller Taylor, Colombia aún debe hacer un “análisis profundo antes de tomar cualquier tipo de decisión” relacionada con este programa, auspiciado por EE.UU., que busca controlar los flujos migratorios en la región.
La iniciativa, tal y como se anunció el pasado 11 de junio, busca “acelerar la identificación y derivación” de personas cubanas, haitianas y venezolanas elegibles al programa de refugiados de EE.UU. y “proveer información clara y precisa” sobre otras vías legales de ingreso al país norteamericano.
EE.UU. no ha respondido a solicitudes de comentarios de EFE solicitando más información sobre estos centros en Colombia.
Por su parte, ACNUR señaló que la página web de Movilidad Segura –donde solo hay un apartado para Costa Rica y Guatemala, pero no para Colombia- es el “único lugar y fuente de información oficial” sobre los centros.
El portal, agregó ACNUR en un correo electrónico a EFE, “se encuentra en una fase piloto inicial para garantizar que los sistemas funcionen de forma eficiente y eficaz y estén preparados para cualquier posible ampliación futura”.
En los últimos años se ha disparado el número de personas que cruzan la frontera entre Colombia y Panamá a través del peligroso tapón del Darién, para llegar a Norteamérica, una densa selva donde a los peligros naturales se le suman los contrabandistas, traficantes y grupos armados. El pasado 11 de abril, EE.UU., Colombia y Panamá anunciaron una campaña para restringir los cruces en el Darién, que incluía cooperación militar y equipamiento contra el tráfico de personas.
El flujo migratorio, sin embargo, continúa elevado. Solo en los primeros cinco meses del año, más de 166.000 migrantes atravesaron la jungla, un número cinco veces superior al mismo periodo de 2022, que cerró con la cifra récord de más de 248.000 personas en tránsito, según datos oficiales de Panamá.
Además, en la primera quincena de junio, 12,333 migrantes atravesaron la selva, frente a los 15,633 del mes completo en 2022.
Aparte de las acciones en conjunto con países de la región, EE.UU. ha restringido el acceso al asilo en la frontera sur, haciendo más difícil que quienes crucen de manera irregular y no hayan pedido protección en un tercer país puedan hacerlo en su territorio.