MINNEAPOLIS, MN
Porfirio Díaz, el padre de los simuladores, tiene en el actual PRI, doña Porfiria, a sus fieles emuladores.
Los porfiritos, justificadores de lo injustificable, al igual que Porfirio, son unos caraduras que hoy se atreven a presumir un supuesto “progreso” en materia económica, política y hasta social, cuando en México prevalece la violencia, el crimen de Estado, la miseria, el entreguismo, la impunidad, la corrupción en las altas esferas del poder.
Al igual que la dictadura de Porfirio, los ‘dictadorcitos’ de hoy simulan gobierno e instituciones, se dan baños de legitimidad, son amantes de las formalidades y se esmeran en dar una imagen de muy “democráticos”; al igual que en tiempos del tirano Porfirio.
En el México de hoy aún no hay independencia, libertad o justicia; al igual que el simulador Porfirio, doña Porfiria hace de la simulación una forma de vida, miente con naturalidad y con descaro; al igual que el disimulado Porfirio, los ‘dictadorcitos’ de hoy se esconden detrás de la máscara de la legalidad, una legalidad que ellos mismos tienen coaccionada; al igual que el afrancesado Porfirio, actualmente se reprime al indígena por defender su dignidad, por luchar contra el robo, contra el saqueo y la contaminación de la tierra; al igual que el injustificable Porfirio, las atrocidades cometidas por los actuales gobiernos contra la población son y siempre serán injustificables; al igual que el porfiriato, el sistema dictatorial actual, conscientemente o sin saberlo, lentamente está motivando hartazgo y gran enojo en la población.
Hoy, la indignación colectiva se está convirtiendo en un movimiento nacional, este gran movimiento nacional se llama Morena y acabará por derrocar al mal gobierno.