MINNEAPOLIS, MN
El verano está aquí – y ahora es el momento perfecto para disfrutar de frutas y verduras frescas de los puestos de agricultores, del supermercado o incluso de su propio jardín. La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) le recuerda que la manipulación segura de alimentos frescos y zumos recién exprimidos es especialmente importante durante los meses de verano, dado que las bacterias de los alimentos se multiplican más rápido con el clima cálido, y además las frutas y verduras frescas con frecuencia se consumen crudas.
Para que los productos frescos y zumos recién exprimidos sigan siendo seguros, siga estos consejos de seguridad para evitar intoxicaciones alimentarias (también llamadas enfermedades transmitida por alimentos.)
Compre correctamente
Compre productos frescos que no se vean mallugados o dañados. Al seleccionar un producto fresco pre-cortado (por ejemplo, media sandía, u hojas verdes para ensalada embolsadas), elija solamente aquellos que estén refrigerados o sobre hielo. Ponga las frutas y verduras frescas en bolsas, y manténgalas separadas de la carne, las aves y los pescados o mariscos crudos en el carrito y las bolsas de la compra.
Lave cuidadosamente
Lave todos los productos frescos bajo el agua corriente antes de comerlos, cortarlos o cocinarlos y secarlos con una toalla de tela limpia o una toalla de papel para reducir aún más las bacterias que pueden estar presentes. Talle firmemente los productos agrícolas, como los melones y pepinos, con un cepillo limpio. Para los productos pre-envasados, lea la etiqueta; si dice “pre-lavado y listo para consumir”, puede utilizarlo sin volverlo a lavar. E incluso si va a pelar una fruta o verdura, es importante lavarla primero, para no transferir tierra y bacterias del exterior al interior.
Evite la contaminación cruzada
Lave las tablas de cortar, platos, utensilios y encimeras con jabón y agua caliente entre la preparación de carne, aves y pescados o mariscos crudos y la preparación de productos frescos que van a cocinarse. Si utiliza tablas de cortar de plástico u otros materiales no porosos, lávelas en el lavavajillas después de usarlas. ¡Y siempre lávese las manos antes y después de preparar comida!
Prepare en forma segura
Corte y descarte todas las áreas mallugadas o dañadas en las frutas y verduras antes de prepararlas y/o comerlas. Si algo parece podrido, ¡deséchelo!
Guarde en condiciones adecuadas
Mantenga las frutas y alimentos frescos perecederos en un refrigerador limpio, a 40°F (5°C) o menos, separe la carne, aves y pescados o mariscos crudos. Siempre refrigere los productos que se compran pre-cortados o pelados.
Controle los zumos
Los niños, ancianos, embarazadas y personas con sistemas inmunológicos debilitados (por ejemplo, pacientes que han tendido un trasplante y personas con VIH/SIDA, cáncer y diabetes) corren el riesgo de contraer enfermedades graves o incluso de morir por beber zumos no pasteurizados o no sometidos a algún otro tratamiento para el control de las bacterias nocivas. Busque productos pasteurizados o con algún otro tratamiento en las secciones de productos refrigerados de su supermercado, neveras de alimentos congelados o en envases no refrigerados, tales como cajas de zumos, botellas o latas. Los jugos no tratados que se venden en envases refrigerados en supermercados o tiendas de alimentos saludables, molinos de jugos de manzana o mercados de granjeros deben contener una etiqueta de advertencia que indique que el producto no ha sido pasteurizado. No se exigen etiquetas de advertencia para los zumos o los jugos de manzana recién exprimidos que se venden por vaso. Si no está seguro de que un zumo esté pasteurizado, ¡no tenga miedo de preguntar!
FUENTE U.S. Food and Drug Administration