Saint Paul, MN.
Dos legisladores demócratas presentaron de nuevo este jueves el proyecto de ley bipartidista “Soy Vanessa Guillén”, que haría más estricta la investigación y más severo el castigo del acoso y el abuso sexual en las Fuerzas Armadas de Estados Unidos.
Guillén, de 20 años de edad, era una soldado del Ejército en la base Fort Hood de Texas cuando desapareció el 22 de abril de 2020. La joven había indicado a su familia que sufría acoso sexual y sus restos, descuartizados y quemados fueron hallados el 30 de junio de ese año a unos 32 kilómetros de la base, donde murió la misma noche de su desaparición.
La familia Guillén “convirtió la pena en progreso en memoria de Vanessa”, dijo este jueves la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi. “Tiene que haber justicia para Vanessa y para los muchos miembros de las fuerzas armadas que sufren esta epidemia de acoso y asalto sexual”.
“Este proyecto de ley bipartidista hace a las Fuerzas Armadas responsables por la seguridad de sus miembros”, añadió. “Es un paso adelante para asegurar que ningún soldado ni sus familias tengan que pasar por este sufrimiento”.
EMPODERAR A LAS VÍCTIMAS A DENUNCIAR
El proyecto de ley presentado por los representantes demócratas Markwayne Mullin, de Oklahoma, y Jackie Speier, de California, transferiría el procesamiento de los casos de hostigamiento y abuso sexual afuera de la cadena de comandos y a una fiscalía dentro de cada una de las ramas de las Fuerzas Armadas.
La iniciativa busca, asimismo, el empleo de investigadores especiales de los casos de abuso sexual que estén afuera de la cadena de mandos de las demandantes y de los acusados y el establecimiento de un delito militar independiente por acoso sexual.
En definitiva, el proyecto de ley pretende empoderar a los soldados a denunciar el abuso o acoso sexual de los que pueden ser víctimas.
“Perdimos a Vanessa en un crimen horroroso, a lo cual se sumó la falla de los militares”, dijo Speier. “Los informes de investigadores han encontrado una cultura quebrantada y tóxica en la cual el acoso y el asalto sexual eran extensos y tolerados”.
“Los soldados tenían miedo de denunciar la violencia sexual por miedo a las represalias”, agregó Speier.
La familia Guillén y su abogada Natalie Khawam han criticado al Ejército por las demoras en la investigación después de que Vanessa desapareció y lo que consideran falta de transparencia en el proceso que, bajo las leyes actuales, transcurre dentro de la cadena de mandos en cada unidad militar.
Mayra Guillén, una de las hermanas de Vanessa, dijo que ella y su familia “tenían que luchar por Vanessa y por todos los miembros de las Fuerzas Armadas que sufren por el acoso y el abuso sexual que han estado ocurriendo entre los militares”.
“El caso de Vanessa causó todo este movimiento, todo este cambio”, agregó. “Las circunstancias me han llevado a luchar por algo que yo jamás hubiese imaginado en mi vida”.
La violencia sexual “es como un virus”, dijo Lupe, la otra hermana de la soldado muerta. “No discrimina por género, raza o creencias personales”.
“Las mujeres y los hombres que visten el uniforme militar no deberían temer por su seguridad”, señaló. “Mi hermana fue acosada sexualmente y asesinada brutalmente. Tenemos que luchar contra esto”.
Speier y Mullin proponen que la Contraloría General -la oficina del Congreso que audita al Poder Ejecutivo- revise los procedimientos militares en la búsqueda de soldados desaparecidos, y que tanto esa oficina como el Departamento de Defensa hagan evaluaciones separadas de los programas militares para la prevención y respuesta al acoso sexual.
El representante Adam Smith, demócrata de Washington y presidente del Comité de Fuerzas Armadas en la Cámara baja, elogió “el coraje de la familia Guillén a lo largo de este año, no sólo en busca de justicia sino también para proteger a otros de este trauma”.
“Éste es un gran problema para nuestras tropas”, añadió Smith. “Y no es sólo lo que ocurría en Fort Hood, o en Fort Bragg. Hay algo fundamentalmente equivocado en la forma en que el Departamento de Defensa cuida de los hombres y mujeres que nos protegen. Esto debe cambiar”.
Tras la conferencia de prensa para presentar el proyecto de ley, familia y allegados de Vanessa Guillén iniciaron una marcha por las calles de Washington para pedir al Congreso que se apruebe este proyecto de ley, después de que no llegara a buen puerto el presentado en septiembre de 2020.
Y también para llamar la atención sobre el caso de la soldado latina, cuya muerte generó un movimiento en el Ejército como el “Me Too” que sacudió Hollywood contra el acoso y los abusos sexuales.