MINNEAPOLIS, MN
El presidente Donald Trump declaró ayer que la epidemia de opioides es una emergencia nacional de salud pública y se comprometió a “superar la adicción en el país” y anunció nuevos pasos para combatir lo que él describió como la peor crisis de drogas en la historia de los Estados Unidos.
En una audiencia en la Casa Blanca, el mandatario declaró que “podemos ser la generación que termine la epidemia de opioides. Esta epidemia es una emergencia nacional de salud. Nadie ha visto nunca lo que está ocurriendo ahora”.
“Como estadounidenses, no podemos permitir que esto continúe. Es hora de liberar a nuestras comunidades de este flagelo de la drogadicción”, añadió.
Como resultado de la declaración del presidente, los oficiales podrán ampliar el acceso a los servicios de telemedicina, incluyendo el tratamiento de abuso de sustancias para personas que viven en áreas rurales y remotas. Los funcionaros también podrán desplegar más fácilmente a los trabajadores estatales y federales, obtener subsidios del Departamento de Trabajo para desempleados y cambiar fondos para los programas de VIH y SIDA para proporcionar más tratamiento de abuso de sustancias a las personas que ya son elegibles para esos programas.
Esa tendrá una vigencia de 90 días y puede ser renovada por ese mismo periodo de tiempo, permitiéndole al gobierno re direccionar recursos. Aunque no hay un plan para traer nuevos dólares para luchar contra la lamentable crisis que mata a más de 100 estadounidenses al día.
La autoridades dijeron que también instarían al Congreso en la próxima sesión legislativa para que inyecten más dinero a un fondo de emergencia de salud pública que el congreso no ha restituido en años. El Fondo de Emergencia de Salud Pública cuenta actualmente con 57 mil dólares, según el Departamento de Salud y Servicios Humanos.
El ex director de comunicaciones de la Oficina de Drogas de la administración pasada, Rafael Lemaitre, dijo que aunque este es un paso importante “no es una solución milagrosa para la crisis de opiáceos. Para llegar a eso, se necesitan fondos adicionales del Congreso”.
Durante su discurso, el presidente insistió en la necesidad de una mayor aplicación de la ley e insistió en la construcción del muro fronterizo para detener el ingreso de drogas ilegales a Estados Unidos y aseguró, que “un asombroso 90 por ciento de la heroína en Estados Unidos proviene del sur de la frontera, donde construiremos un muro, lo que ayudará mucho en este problema.
Aunque algunos expertos aseguran que la construcción del muro no ayudara a combatir el problema, ya que parte de sus raíces está en los analgésicos prescritos por médicos del país.
Desde 1999, el número de muertes por sobredosis de opiáceos se ha cuadriplicado.
Entre 2000 y 2015, más de 500 mil personas murieron por sobredosis de drogas, la mayoría de ellos por opiáceos, de acuerdo al Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.