NEW BRIGHTON, MN
Aunque tomar clases virtuales durante la pandemia de COVID-19 ha resultado en una reducción de casos de acoso informados, muchos padres se preocupan que, para algunos alumnos, regresar a la escuela signifique volver a ser intimidados.
Para la hija de Hugo y Nayla Gutiérrez, residentes de New Brighton, Minnesota, el acoso llegó cuando apenas tenía trece años.
Al ver las mentiras que habían sido publicadas sobre ella, buscó la ayuda de las personas que siempre le habían apoyado, sus padres. Nayla recuerda, “Ella estaba llorando y me contó que se estaba esparciendo un rumor sobre ella. Me contó todo”.
Ahora, 15 años después del inicio del Mes Nacional de Prevención para del Acoso cada octubre, el uso cada vez mayor de la tecnología en la vida cotidiana de los niños ha posibilitado nuevos medios de acoso. Con tan solo un clic, los acosadores virtuales pueden hacer burla, hostigar y amenazar tenazmente, e incluso alcanzan el interior de la casa por teléfono celular o com putadora. A consecuencia, las víctimas informan que sufren sensaciones de desesperanza y aislamiento, y hasta pensamientos suicidas.
¿Qué pueden hacer los padres para proteger a los hijos?
Interesarse en el mundo cibernético de lo hijos puede marcar la diferencia, dice la Asociación Nacional de Padres y Maestros.
Poner este tipo de empeño no requiere que los padres sean expertos de la tecnología. Más bien, el sitio del gobierno federal titulado stopbullying.gov aconseja a los padres a observar y darse cuenta de indicios sutiles que revelen que algo esté mal. Por ejemplo, que el hijo se vuelva retraído, que oculte su pantalla cuando otros estén cerca o que tenga reacciones emocionales por las cosas indicadas en su dispositivo.
Para Hugo y Nayla, esto ha significado estar muy al tanto de lo que es “normal” para sus dos hijas adolescentes.
“Cuando veo que sus expresiones no son normales, dejo todo”, dice Nayla. “Si ellas quieren platicar, yo dejo todo, me siento con ellas y las escucho. Así, ellas saben que pueden hablar con uno, no importa cuándo sea la ocasión, pero pueden”.
Hablar frecuente y abiertamente con los hijos también ayuda. “Cuanto más le hables a tu hijo sobre el tema, más cómodo se sentirá para contarte si ha sido testigo o víctima”, dice UNICEF en sus consejos en línea para los padres.
Hugo y Nayla han visto el beneficio de ser comunicativos con sus hijas.