RICHFIELD, MN
Si se mira con atención al circular o caminar, o incluso, mejor aún, al andar en bicicleta en los alrededores de la zona urbana de las ciudades gemelas, es posible documentar el crecimiento acelerado de nuevas viviendas multifamiliares que se están construyendo, cambiando el entorno urbano mismo, y generando nuevos proyectos de desarrollo económico en sus alrededores. Sin embargo, no todo parece funcionar como se planea.
Según ha reportado previamente la televisora local Fox 9, los cambios asociados con el desarrollo de complejos multifamiliares en la región han generado que algunos propietarios de vivienda se encuentren presentando demandas legales en contra de ello.
Entre el conjunto de desarrollos habitacionales, algunos se jactan de ofrecer atracciones únicas y novedosas a quienes decidan, y tengan la capacidad monetaria para ello, vivir ahí. Este es el caso de los Departamentos Concierge, en Richfield, ciudad colindante a Minneapolis, Edina y cercano al aeropuerto internacional de las ciudades gemelas.
Dentro del complejo de departamentos, ser ofrece contar con cubiertas en la cocina de granito, simulador de golf, e incluso un spa para mascotas. En suma, el sitio de internet de los departamentos subraya la oferta de “31 atracciones de clase mundial junto con nuestros hogares en departamentos de estilo de lujo. Nuestras atracciones estado-del-arte convertirán en su experiencia de vida en una forma lujosa de vida.”
Café digital, muestras de DNA de mascotas, maquinas lavadoras en cada piso, así como canchas de tenis y voleibol, son listadas como amenidades comunitarias, que se suman a las que ofrece cada departamento.
Hoy, según reporta la televisora local, la empresa que administra este complejo enfrenta una demanda legal de nivel federal en el que se reclama que el complejo de 700 unidades está ofreciendo esta nueva cara a costa de los residentes que ya vivían en el mismo complejo.
“Ha sido como vivir en una zona de construcción,” indica Linda Soderstrom, quien ha vivido en los apartamentos Consierge, conocido previamente como Crossroads, por un lapso de cinco años. Hoy dice que tendrá que encontrar un nuevo sitio para vivir, debido a que los nuevos propietarios del complejo no aceptarán más los vales de la sección 8 de la ley de vivienda.
Soderstrom es parte del grupo de 35 residentes y ex-residentes del complejo quienes han introducido la demanda legal, argumentando que los propietarios están violando el Acta de Vivienda Justa. En la demanda se argumenta que un incremento en la renta en 30%, el rehusarse a participar en programas gubernamentales, y requiriendo un score de crédito mínimo de 625, los dueños parecieran buscar no sólo mejorar las condiciones del edificio, sino de la calidad de los residentes también.
“Lo que están buscando hacer es revender el edificio a jóvenes profesionales urbanos y forzar a salir del complejo a un gran número de discapacitados, minorías, personas de bajos ingresos y dependientes de programas,” dijo Tim Thompson, del centro de Justicia en Hogares.
Por lo pronto, quienes viven en el complejo, tienen hasta fines de mayo para buscar un nuevo sitio para vivir, pero los demandantes esperan que su reclamo sea escuchado antes de que se cumpla el plazo, y puedan permanecer en dicho sitio.
