MINNEAPOLIS, MN
Grupos de activistas y de defensa de los derechos de los inmigrantes muestran este jueves unas marcadas diferencias no vistas en años sobre cuál es el objetivo a conseguir en la reforma migratoria que se debate en el Congreso, ya sea una opción más realista y menos ambiciosa o apostar al todo o nada para lograr un camino a la ciudadanía de millones de indocumentados.
Mientras unos son partidarios del “más vale pájaro en mano que ciento volando”, otros han salido a las calles y las redes sociales en las últimas horas para recordar que los inmigrantes jugaron en 2020 un papel importante en dar a los demócratas el actual control de la Casa Blanca y el Congreso, y que ahora es el momento de pagar favores.
La unidad en los pedidos se venía resquebrajando en las últimas semanas tras la negativa de la parlamentaria del Senado de aceptar dos ambiciosos intentos demócratas de reforma migratoria, pero este miércoles la distancia se hizo más patente.
Los demócratas de la Cámara de Representantes presentaron una nueva versión del plan de gasto social que lidera el presidente Joe Biden, en la que los inmigrantes se deben conformar con un permiso de permanencia en el país por 5 años, renovable hasta 2031, eliminando el paso a la ciudadanía.
Se trata de una opción muy alejada de las expectativas iniciales de todos los grupos cuando Biden llegó a la Casa Blanca, pero, en cambio, muy similar al “plan C” que los demócratas están intentando pasar tras dos reveses.
La decisión de último minuto de los demócratas de la Cámara de Representantes originó duras reacciones sobre cómo se llegó de las esperanzas de una reforma migratoria a un permiso temporal.
Angélica Salas, directora de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes (CHIRLA), dijo en Twitter que en 24 horas los esfuerzos de lograr la residencia permanente para 8 millones habían pasado a un permiso de trabajo de 5 años.
“FALTA DE CORAJE”
“Todos culpan a los (congresistas) moderados, ¡pero lo único que veo es una falta de coraje para luchar por nosotros!”, subrayó la activista.
Sin embargo, este jueves, líderes como Frank Sherry, director ejecutivo del grupo America’s Voice, dijo que aunque el proyecto “no es el camino hacia la ciudadanía que merecen los inmigrantes”, es lo “posible” este año.
“Después de 35 años de luchar por la reforma, creemos que el programa de permisos de inmigración ofrecerá protecciones significativas a millones. Hagamos esto este año y continuemos la lucha en los próximos años hasta que ganemos la ciudadanía para todos”, afirmó.
En una conferencia de prensa este jueves, Teresa Romero, presidenta del Sindicato de Trabajadores Agrícolas (UFW), dijo que los permisos de trabajo y la protección ante la deportación ayudarían a millones de campesinos que viven con miedo. También destacó el hecho de que los inmigrantes puedan viajar a sus países de origen.
La “soñadora” y gerente de Relaciones con el Gobierno de FWD.us, Maria Praeli, compartió la opinión de Romero, destacando que los premisos de trabajo son “una real oportunidad de transformar la vida de millones de inmigrares dando la posibilidad de trabajar y detener el miedo a la deportación”.
Pero no lo ven igual los jóvenes del influyente grupo de “soñadores” United We Dream, que nada más conocer la nueva versión de la Cámara de Representantes salieron a protestar contra una iniciativa “inaceptable” para ellos, pues, en su opinión, debería incluir un camino hacia la ciudadanía.
Y este jueves cientos de inmigrantes y activistas salieron a las calles de 11 ciudades como Chicago, Los Ángeles y Nueva York a exigir a los demócratas que cumplan sus promesas electorales.
En Nueva York se realizó una marcha que llegó hasta la oficina del líder de la mayoría demócrata del Senado, Chuck Schumer, donde cortaron la Tercera Avenida con un mensaje muy claro, “Demandamos la ciudadanía ahora”, pues consideran que los progresistas tienen el poder de sacar adelante la reforma migratoria.
PROMESA INCUMPLIDA
En Los Ángeles recordaron a Biden su promesa de dar la ciudadanía a 11 millones de indocumentados y rechazaron los permisos temporales que presentaron los demócratas en la Cámara Baja.
Y efectivamente Biden lideró un proyecto de ley que contemplaba una vía a la ciudadanía, pero ese intento quedó bloqueado por los republicanos del Senado, por lo que los demócratas optaron por incluirlo en una ley de reconciliación que no necesita los votos de los conservadores para ser aprobada.
Pero entonces surgió la negativa de la parlamentaria del Senado, Elizabeth MacDonough, que en sus funciones de figura apartidista encargada de interpretar las reglas del proceso legislativo, asestó dos duros golpes a los demócratas en sendos intentos de regularizar el estatus de los inmigrantes.
Si primero fue una reforma migratoria ambiciosa, después fracasaron de nuevo con un intento de cambiar la “Ley de Registro”, que permitiría acceder a la residencia permanente a los inmigrantes que pudieran probar que habían llegado a EE.UU. antes de 2010.
Y ahora su “plan C”, similar al presentado este miércoles en la Cámara, ofrecería a 7 u 8 millones de inmigrantes un permiso de trabajo, los protegería de la deportación y les daría la oportunidad de viajar por el país sin miedo a ser detenidos por inmigración.
Pero esta versión descafeinada del intento demócrata de regularizar al mayor número posible de inmigrantes en peligro de deportación no contenta a todos, ni siquiera a los congresistas más progresistas, como Jesús “Chuy” García, quien en declaraciones a la cadena MSNBC dijo que las protecciones temporales “no son lo suficientemente buenas”.
“Sería muy decepcionante si nos quedamos cortos”, dijo el representante por Illinois, y apuntó que al menos se trataría de un “plan de respaldo para brindar la protección mínima”, pero seguiría muy lejos de lo que millones de inmigrantes soñaron cuando hace justo un año ganó Biden las elecciones.
El congresista aseguró que intentará regresar al proyecto de la Cámara la disposición que daría un paso a la ciudadanía a millones de inmigrantes, pero es una carrera a contrarreloj porque la líder Nancy Pelosi ha propuesto votar el plan lo más pronto posible.