MINNEAPOLIS, MN
Esta semana ha sido Rex Tillerson, quien se suma a la larga lista de personajes clave de la administración de Donald Trump, que ha sido separado del equipo. Fungiendo hasta el fin de este mes como Secretario de Estado de la presente administración, Tillerson ha sido reemplazado por el aun director de la CIA Mike Pompeo, según se ha difundido ampliamente a través de los distintos medios de comunicación. Según diversas fuentes, el presidente de los Estados Unidos habría pedido a Tillerson que renunciara el pasado viernes, expresando que estaba orgulloso de nombrar a Pompeo como su reemplazo. Hacía ya tiempo desde que se habría visto a Tillerson con expresiones de descontento, llegando a ser señalado como quien habría llamado “tonto” al presidente, apenas el mes de julio pasado.
Previamente, y apenas el pasado 12 de marzo, John McEntee fue también despedido como asistente personal de Donald Trump. Se ha dicho que su retiro fue forzado, y que habría salido de la Casa Blanca escoltado, y sin permitírsele siquiera llevarse su abrigo consigo. El joven McEntee, quien suma apenas 27 años de edad, habría tenido problemas para clarear su pasado, lo cual habría forzado la decisión de que dejase de participar en el equipo del actual presidente, en el que participó como personaje importante desde la campaña presidencial. Fuentes cercanas a la Casa Blanca indican que al ser despedido, McEntee habría recibido también la promesa de que formaría parte del equipo de campaña que desde ya trabaja en busca de la reelección de Trump.
El presidente del país habría indicado que con estos últimos dos despidos sentía que su equipo de trabajo estaba siendo el que él quería. Una frase que habría manejado en forma semejante el día de la inauguración de su mandato.
La presente administración se ha caracterizado porque a lo largo de tan corto período ha sumado ya un número significativo de desprendimientos, pasando por despidos y renuncias, a abandonos acaso inadvertidos e inexplicables. Muy pronto se sumaría a ellos Gary Cohn, quien es el asesor en economía para el presidente, y quien manifestara que habría decidido renunciar debido a que la administración ha impuesto fuertes tarifas impositivas en importaciones de acero y aluminio, a lo cual Cohn se ha opuesto reiteradamente. El hecho ocurriría en un período de un par de semanas, se estima entre quienes reportan en diversas fuentes.
El pasado 28 de febrero, Hope Hicks, directora de comunicación de la Casa blanca, renunció a su cargo, luego de haber testificado ante el Comité de Inteligencia de la Casa de Representantes, donde se desarrolla una investigación en torno a la posible interferencia de Rusia en las elecciones presidenciales del 2016. Hasta el momento, no ha quedado claro por qué Hicks ha renunciado a su cargo. Un día antes, el 27 de febrero, Josh Raffel renunció como vocero de la Casa Blanca, pese a su cercanía con Ivanka Jared Kushner. En el mismo mes de febrero, pero el 7, Rob Porter renunció a su cargo como secretario de personal de la Casa Blanca, luego de que emergieran acusaciones en su contra por abuso y uso de violencia en contra de sus dos ex esposas.
La lista en retrospectiva sigue con el despido de Omarosa Manigault, la renuncia de Tom Price a su cargo como secretario de salud y servicios humanos, el 29 de septiembre, precedido por la renuncia de Sebastian Gorka quien fuera asesor de Trump. Steve Bannon fue despedido, en uno de los casos con mayor cobertura periodística, dejando de ser el jefe de estrategias, en agosto del 2017. Anthony Scaramucci fue despedido como director de comunicaciones, siguiendo los pasos de Reince Priebus quien dejara de ser jefe de personal también.
Acaso uno de los más significativos casos es el de la renuncia de Sean Spicer como secretario de prensa, habida cuenta su forma tan singular de defender al presidente ante la prensa. En marzo del 2017, Preet Bharara fue despedido y separado de su cargo como fiscal federal en Manhattan, formando parte de los 46 jueces a los que se sugirió renunciar. James Comey fue despedido de su cargo como director del FBI, precedido por la renuncia de Michael Flynn.
Sally Yates, Fiscal General, dejo de serlo al ser despedida; Craig Deare fue despedido de su cargo como asesor del Consejo Nacional de Seguridad en materia de América Latina; Angela Reid fue despedida de su cargo como parte del equipo de la Casa Blanca; y Mike Dubke renunció de su puesto como director de comunicación.
En suma, cambios vertiginosos, en números poco concebibles, que indican que la Casa Blanca enfrenta una seria inestabilidad, manifiesta por la busca de ese equipo ideal para Trump, y que sin duda hace pensar a los electores.