SAINT PAUL, MN
Este martes 26 de julio de 2016, la Convención Nacional Demócrata (DNC) ha hecho oficial la candidatura de Hillary Clinton para la presidencia del país. Con ello, esta es la primera ocasión en la historia en la que una mujer ha sido nominada por parte de uno de los partidos políticos de mayor envergadura en los Estados Unidos. El nombramiento se dio en un contexto en el que hubo aplausos, gritos, cantos y lágrimas por parte de los delegados que atendieron a la Convención en el Centro Wells Fargo de Filadelfia.
Han pasado 150 años desde el momento en el que se ha buscado que este acontecimiento tenga lugar, y hoy, como hace 8 años, el partido Demócrata se presenta como innovador al elevar la candidatura de una mujer, como lo hizo antes de un candidato afroamericano en la figura de Barack Obama. Un evento que muchos anticipaban, y que para otros tantos fue tan solo un ritual que el partido tenía que seguir.
Hace 150 años, la primera mujer candidata a la presidencia, Victoria Claflin Woodhull corría para la presidencia del país, al tiempo que miles de mujeres de organizaban en el país para demandar el derecho al sufragio en procesos electorales. Era el año 1872, y la acción fue considerada como un movimiento altamente contestatario pero un tanto intranscendente. La alcalde de Baltimore, Stephanie Rawlings-Blake, abrió la sesión llamando a los presentes: “¿Están todos listos para hacer historia?”
El proceso dio inicio, y los delegados de los 50 estados y territorios, representados por sus delegaciones, presentaron sus votos por Hillary Clinton o por Bernie Sanders. A lo largo del proceso, las cámaras de televisión hacían tomas a Sanders, quien se encontraba presente, y fue posible verle llorar, acaso al pensar en el gran movimiento que consolidó en tan corto tiempo; acaso por la frustración de pensar en la imposibilidad de que pudiese obtener la nominación. Cualquiera que fuera la razón, hoy los delegados en favor de Clinton, a diferencia del lunes, fueron capaces de hacer mayor ruido, y opacar a quienes apoyaban a Sanders.
Una mujer delegada por Oklahoma, con 88 años de edad, y quien naciera en 1929, justo nueve años después de que la mujer recibiera el derecho al voto en las instancias legislativas, dijo “Nunca pensé que viviría para ver este día.” De esa forma, Isabel Baker expresó su voto en favor de Clinton.
Y al momento en que el delegado por Vermont era llamado a expresar su voto, por parte de la presidenta de la mesa, el mismo Sanders tomó el micrófono para pedir a la presidenta misma que suspendiera las reglas y que se nominara a Hillary Clinton como candidata a la presidencia por aclamación. Marcia Fudgeentonces indicó que Sanders se había manifestado en favor de la unidad del partido, y pidió a los asistentes a la convención que se manifestaran en torno a la moción presentada por el senador hoy ex–candidato. El piso se expresó en favor de la misma en forma unánime.
Aun cuando algunos seguidores de Sanders objetaron la medida, los gritos de quienes estaban a favor muy pronto los silenciaron, con algunos de ellos saliendo de la convención, llamando a abandonarla.
Era ya inevitable e inminente: un camino que comenzó para la misma Clinton a fines de los años 60, cuando Clinton era una activista social, la vio convertirse en la primera dama de Arkansas, y luego la primera dama de los Estados Unidos. Pasó a ser senadora por Nueva York en el 2001 y Secretaria de Estado en el 2009.
Durante el proceso electoral del 2008, participó en busca de la candidatura en contra del entonces futuro presidente, Barack Obama. Hoy, en un una transmisión por video, Clinton reconoció el logro personal, indicando que es más bien el triunfo de quienes le hay apoyado.
