Es un buen tipo mi Viejo; que anda solo y esperando
Tiene la tristeza larga; de tanto venir andando
Yo lo miro desde lejos, pero somos tan distintos
Es que el creció con el sigo; con tranvía y vino tinto
Viejo, mi querido viejo; ahora ya caminas lerdo
Como perdonando al viento; yo soy tu sangre mi viejo
Soy tu silencio y tu tiempo.
(Piero, Mi viejo)
MINNEAPOLIS, MN
Así canta Piero a su padre, y acaso así veamos muchos de nosotros a nuestro padre, al viejo que nos ha mostrado en la vida lo que queremos y lo que no queremos ser como padres. Ese Viejo, que llega pronto, a nuestros ojos, a la decrepitud y a la inacción; que es caduco o retrogrado, pero a quien, sin duda alguna, amamos intensamente. Nuestro padre.
Este domingo, el tercero de junio, es precisamente el día del padre, y es entonces que buscaremos llevar a nuestros padres, si están con nosotros, a un buen restaurante, o bien a beber una buena cerveza en su lugar preferido. Algunos aprovecharán la ocasión para compartir con el Viejo y ver juntos el partido de México contra Portugal en la Copa Confederaciones, lo que aparece como un buen pretexto para quedar bien, sin esfuerzo alguno.
Entonces, uno se pregunta, ¿por qué el día del padre? En los Estados Unidos, se propone la fecha para complementar, para promover, para obligar al consumismo que se generó el segundo domingo del mes de mayo, por el día de las madres.
Pero, en América Latina, acaso la celebración cobra un aspecto diferente: dentro de la tradición católica, el día del padre es el que corresponde a José, el padre de Jesús, quien habría nacido, según se ha difundido, un 19 de marzo. Ese sería, entonces, el día del padre en forma automática. Una tradición que habría transitado de España y Portugal, a la hoy América Latina.
Sin embargo, y para no anteponer la figura paterna a la materna, pero sobre todo para alinearse con las premisas comerciales de los Estados Unidos, desde la década de los 1950 se celebra el día del padre el tercer domingo de junio cada año. Al menos eso ocurrió de forma más o menos generalizada en México.
Es muy común que el padre no se sienta cómodo con la celebración, y sin embargo lo esperan con emoción y ansia.
Por ello, es conveniente que pienses en tu padre este domingo, y lo consientas, acaso llevándole el desayuno a la cama, y organices un almuerzo fuera de casa con toda la familia. También es una oportunidad para que tu padre elija un regalo que desee, a diferencia de la madre, por lo que puede ser buena idea que le acompañes a su tienda favorita.
Dentro de las múltiples posibilidades, considera la de poder visitar los diversos comercios de la Avenida Lake, donde destaca, sin duda, el tradicional Mercado Central.
Piensa que a tu padre le encantará, sobre todas las cosas, pasar un momento de calidad, de acercamiento contigo. Y ya sea que le presentes una tarjeta, o un buen presente, o bien que le abraces fuertemente, él se sentirá cerca de ti, y será para él un día maravilloso. Propón actividades familiares para desarrollar, como suele ocurrir en América Latina, acompañándose de pesca, a tomar las bicicletas, a caminar por el parque, a mirar el fútbol juntos…
¡Feliz fin de semana de día del padre a todos quienes gozan de dicha condición!
