MINNEAPOLIS,MN
Estados Unidos y los Gobiernos de once países del continente pusieron en marcha este viernes un plan, anunciado en la Cumbre de las Américas de junio pasado, para fomentar las inversiones, especialmente en la región de Latinoamérica.
El secretario de Estado, Antony Blinken, y la representante de Comercio estadounidense, Katherine Tai, iniciaron este viernes los trabajos de la Asociación de las Américas para Prosperidad Económica, junto con representantes de Barbados, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, México, Panamá, Perú y Uruguay.
Aun así, funcionarios de alto rango del Ejecutivo de Biden aclararon en una llamada con periodistas que se trata de “un marco flexible” que va a estar abierto a más países.
En concreto, Washington pretende preparar con las naciones que forman parte del plan una serie de negociaciones “sobre compromisos específicos” en ciertas áreas de cooperación para “profundizar los lazos económicos” en la región, dijo una de las fuentes.
Uno de los funcionarios puso como ejemplo las conversaciones que EE.UU. ha estado teniendo con sus interlocutores en el continente sobre “friendshoring” o lo que se conoce también como “nearshoring”, que consiste en relocalizar las cadenas de suministros en países donde el riesgo de caos por la agitación política sea menor. “Realmente queremos acelerar las conversaciones”, indicó el funcionario, quien agregó que esas discusiones tratan sobre qué supone trasladar la industria, en qué sectores habría que centrarse y cómo priorizar las herramientas de las que dispone EE.UU. a través de asociaciones como esta para tener una infraestructura global.
Otros ejemplos que puso la fuente fueron la inversión en desarrollo y el comercio, que, a su juicio, van a servir a EE.UU. para organizar su relación económica con la región.
Explicó que Washington cree que hubo “muchos límites” en la manera en que instituciones respondieron a la pandemia. Por ello, subrayó la necesidad de que organismos multilaterales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) evolucionen para “responder a los retos de hoy”.
El funcionario hizo hincapié, además, en que se trata más de “facilitar las inversiones en la región” que en EE.UU., al tiempo que las compañías y trabajadores estadounidenses también se benefician.
Sobre la ausencia de países, como Brasil y Argentina, la fuente destacó que para comenzar han elegido países con los que EE.UU. tiene acuerdos comerciales que sirven de base.
“Tenemos relaciones de comercio especiales con muchos países del Caribe y es por eso que Barbados está ahí no solo para representar su propio interés, sino para ayudarnos a desarrollar respuestas por toda la región del Caribe para cuando este marco se abra al resto”, dijo una de las fuentes.
En el caso concreto de Brasil, uno de los funcionarios indicó que cuando el presidente estadounidense, Joe Biden, se reúna con su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, a principios de febrero en Washington, verá “qué pueden hacer juntos EE.UU. y Brasil”.