(EFE) – Doscientos cuarenta y dos años después de la celebración del primer 4 de Julio, San Agustín, la ciudad más antigua de Estados Unidos, ha dejado su particular huella en este evento del Día de la Independencia.
Los típicos fuegos artificiales que se despliegan en cualquier rincón del país tienen especial significado en San Agustín, ya que se lanzan desde el Castillo de San Marcos en la Bahía de Matanzas.
El Castillo de San Marcos, monumento nacional, es la fortaleza de mampostería más antigua de Estados Unidos y la única construcción militar que permanece en pie del siglo XVII.También es uno de los dos únicos fuertes construidos de coquina, una piedra caliza suave compuesta de conchas rotas.
Este material ofreció una gran ventaja militar, ya que en lugar de agrietarse o colapsar, las paredes de coquina absorbieron o desviaron proyectiles enemigos, lo que permitió a los españoles proteger sus posesiones y mantener a salvo a su población.
La ciudad de San Agustín siempre se ha sentido orgullosa de su pasado hispano y lo celebra manteniendo impolutos sus monumentos, los casi 60 kilómetros(37,2 millas) de playas de Ponte Vedr, donde pusieron por primera vez el pie en Norteamérica los primeros exploradores españoles, o las bodegas de buen caldo.
La celebración del 4 de julio es la fecha perfecta para disfrutar de esta localidad del norte de Florida donde se honra a los ancestros cualquiera que sea su procedencia: España, Inglaterra o Francia.
Aquí se pueden visitar las iglesias históricas de las religiones que se establecieron: la iglesia presbiteriana Flagler Memorial, la misión Nombre de Dios y la catedral basílica de San Agustín.
Para cerrar este paseo histórico, el 4 de julio puede visitarse el museo y los jardines de la escuela de madera más antigua del país, y los museos de la tienda y de la casa más antiguas de EE.UU. además del museo de la historia militar española y de la historia de San Agustín y Villa Zorayda, construida en 1883, una réplica del palacio morisco de la Alhambra de Granada, España.
San Agustín, fundada en 1565 por el almirante español Pedro Menéndez de Avilés, ofrece también el atractivo de un paseo por sus históricas calles adoquinadas para visitar las exposiciones del Museo del hospital militar español.
Allí se puede ver a un boticario crear medicinas y descubrir cómo las hierbas medicinales de la época de la colonia son el origen de algunos populares fármacos utilizados hoy en día.
