Washington, (EFEUSA).-
La crisis política por el cierre parcial de la Administración se mantuvo hoy sin visos de solución, con reproches mutuos entre el presidente, Donald Trump, que insistió en la necesidad de levantar un muro en la frontera con México, y la oposición demócrata, contraria a esa idea.
“No quiero un muro, no quiero un muro, no quiero un muro”, repitió hoy la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, en una rueda de prensa en el Capitolio celebrada cuando se cumplen 27 días desde el inicio de la parálisis administrativa.
Pelosi argumentó que el país necesita “más recursos” en los puertos de entrada a lo largo de la frontera para evitar la llegada de grandes cantidades de droga y de inmigración ilegal, en vez de financiar un muro.
A la misma hora, Trump insistió en la necesidad de construir ese muro en la frontera sur con México y señaló que “más caravanas” de migrantes se están formando en Centroamérica para llegar al país próximamente.
“Hay más caravanas de camino hacia aquí, con miles y miles de personas. Necesitamos un muro fuerte”, reiteró Trump en una conferencia de prensa en el Pentágono.
Asimismo, el presidente apuntó en sus declaraciones que el Partido Demócrata ha sido “secuestrado” por la “izquierda radical” liderada por Pelosi.
Lejos de ceder a la petición de Trump, Pelosi advirtió hoy de que el cierre parcial del Gobierno socava la seguridad del país y pidió al mandatario que abogue por reabrir la Administración “lo antes posible”.
“El cierre del (presidente, Donald) Trump socava nuestra seguridad. No estamos pagando a las personas que nos mantienen seguros, incluyendo agentes de la TSA (Administración de Seguridad del Transporte), agentes del FBI y funcionarios de inmigración que patrullan la frontera”, dijo Pelosi en una rueda de prensa en el Capitolio.
“Quizás (Trump) piensa que está bien no pagar a la gente para que haga su trabajo, pero yo no lo creo”, añadió la líder demócrata.
Pelosi aludió ayer también motivos de seguridad en su solicitud a Trump para aplazar el tradicional discurso sobre el Estado de la Unión, previsto para el 29 de enero, hasta que finalice el cierre parcial de la Administración.
La presidenta de la Cámara señaló que, como consecuencia del cierre parcial, el Servicio Secreto, encargado de coordinar, planear e implementar las medidas de seguridad en estos actos, lleva 27 días sin recibir financiación.
“No le estoy negando una plataforma de ningún modo. Le estoy diciendo de pactar una fecha cuando la Administración esté abierta otra vez”, explicó la congresista.
En la rueda de prensa de hoy, Pelosi no dudó de la “profesionalidad” de los agentes, pero hizo hincapié en que deberían recibir sus nóminas por proteger a los dirigentes “más poderosos” del país durante ese discurso, que reúne al presidente, vicepresidente, el Gabinete de Trump, los componentes del Tribunal Supremo y todo el Congreso.
Más de 24 horas después de la petición de aplazamiento del discurso sobre el Estado de la Unión, Trump y la Casa Blanca se han mantenido en silencio y no han contestado aún a la líder demócrata.
Ante esta situación de bloqueo, uno de los senadores republicanos más influyentes, Lindsey Graham, insinuó esta semana que Trump podría aceptar reabrir la Administración por un corto periodo de tiempo con el objetivo de que los demócratas se sentasen en la mesa para negociar la construcción del muro.
En caso de que la oposición demócrata no cediera en esa negociación, Graham recomendó a Trump que use los poderes presidenciales para declarar una emergencia nacional y erigir el muro.
Sin embargo, Trump rechazó la idea de Graham y dijo “no estar interesado” en retrasar la financiación del muro, que ha bloqueado parcialmente la Administración desde el pasado 22 de diciembre.