MINNEAPOLIS, MN
Comida sí. Renta no” es el lema de la llamada “huelga de alquiler” que se ha convocado este miércoles, el primer día de mes y en el que millones avfrontan sin saber cómo el pago de la renta en plena crisis del coronavirus y el consecuente crecimiento rampante del desempleo.
Inquilinos de costa a costa piden la cancelación de los pagos de alquiler mientras se resuelve la actual crisis sanitaria que ya deja 206.207 contagiados en EEUU, según la contabilidad de la Universidad Johns Hopkins.
“No tenemos con que pagar la renta, mi esposa y yo nos quedamos sin trabajo, y hoy no tengo dinero”, dijo a Efe el mexicano Raúl Valencia, que participó en la Plaza del Mariachi en Los Ángeles en una de las manifestaciones convocada por el movimiento “huelguista”.
LAS MORATORIAS NO SIRVEN
La situación de millones de personas que han perdido o han visto afectado su trabajo por la pandemia del coronavirus llevó a gobernadores y alcaldes en estados como California, Illinois, Nevada y Nueva York, entre otros, a promulgar medidas para evitar desalojos.
“Si no puedes pagar el alquiler como resultado directo de esta emergencia, no puedes ser desalojado (…). Esto no significa que ya esté solucionado, sino que tendrás que pagarlo en seis meses”, dijo Garcetti en una rueda de prensa el viernes pasado.
Sin embargo, los defensores de los inquilinos dicen que “esta moratoria no es suficiente“.
Elizabeth Blaney, miembro del Sindicato de Inquilinos de Los Ángeles, una de las organizaciones que convocó la “huelga de alquiler”, explicó a Efe que la actual situación no permite un simple cese de pagos.
“No sabemos cuanto tiempo estas miles de personas van estar sin trabajo, muchas personas no tienen derecho al desempleo o no les alcanza ese dinero, entonces al final del año, o de la moratoria, no van a tener con que van a pagar y serán echados a la calle”, advirtió la sindicalista, que además puntualiza que el problema no es sólo de California.
Y de hecho una reciente encuesta de Property Nest encontró que el 40 % de los residentes de la ciudad de Nueva York, uno de los principales focos de contagio, no tenía como pagar la renta.
LAS CARTAS DE ALQUILER DEL CORONAVIRUS
La necesidad que encaran los inquilinos hoy, 1 de abril, se nota en la abrumadora cantidad de cartas que los inquilinos deben enviar a sus arrendadores comunicándoles que están siendo afectados y que no pueden pagar.
Benjamin Wood, director del Centro de Jornaleros de Pomona, en California, y quién se ha encargado de escribir decenas de estas misivas, aseguró a Efe que los más afectados son los inquilinos que no saben inglés y aquellos que no pueden certificar que fueron afectados con el coronavirus.
“Muchos no han podido enviar la carta, es que ni siquiera tienen acceso a internet y si solo hacen la advertencia verbalmente se pueden ver expuestos a abusos”, zanjó.
LA PRESIÓN DE LOS ARRENDATARIOS
La posibilidad de que los dueños de propiedades y arrendadores la emprendan contra sus inquilinos llevó al gobernador de Nevada, Steve Sisolak, a firmar una ley que no permite a los propietarios bloquear el acceso de los inquilinos a sus hogares o poner avisos en las puertas y buzones de los inquilinos para obligarlos a mudarse.
En ese sentido, el congresista por Illinois Jesús “Chuy” García advirtió que el impacto económico desatado por el COVID-19 está afectando más a las comunidades de color, la clase trabajadora y los inmigrantes, y que una gran cantidad de estas personas no están protegidas en el millonario paquete de estímulo aprobado en el Congreso y firmado por el presidente Donald Trump.
SOLUCIONES INMEDIATAS
Roberto Rodríguez, miembro de Organize Florida, un sobreviviente de cáncer y paciente de trasplante, advirtió que en este momento se “necesita que el gobierno federal intensifique la ayuda”.
“Necesitamos cancelar el alquiler“, insiste este padre de familia que no puede mantener su trabajo de conductor de Uber porque sí se enferma sería “devastador”.
El pedido generalizado de costa a costa es que los futuros paquetes de ayuda incluyan el pago de alquiler, un perdón del pago de los servicios públicos, una moratoria en los requisitos de trabajo para viviendas públicas y un fondo de emergencia para personas que necesitan asistencia económica.
NUEVA YORK, UNA HISTORIA DE HUELGAS DE ALQUILER
Esta no es la primera vez que un movimiento pide no pagar el alquiler.Nueva York, que con más de 83.000 casos es el estado más afectado con la pandemia del coronavirus, ha sido en el pasado escenario de este tipo de huelgas, una de las primeras hecha en el año 1839 cuando un movimiento resistió el pago de los recaudadores de impuestos y logró una reforma agraria.
En 1907, en respuesta al aumento de los arrendamientos por la escasez de viviendas, 10.000 familias en el bajo Manhattan se declararon en huelga de alquileres, logrando la reducción para un 20 % de los hogares.
El movimiento cobró fuerza en todo el país en 1960 y principios de los 70, cuando las huelgas de inquilinos se convirtieron en una forma de reclamo para que estudiantes universitarios e inquilinos de viviendas públicas que vivían en condiciones deplorables.
UNA PROTESTA CON DISTANCIAMIENTO SOCIAL
Parado en una esquina con un cartel que decía “comida sí, renta no”, y lejos de sus compañeros de protesta, Valencia, oriundo de Jalisco, espera que el gobierno federal tome una decisión que favorezca a sus cuatro hijos.
“Tengo que pensar primero en alimentar a mis hijos, si nos perdonan dos meses de renta el país no se va a quebrar, va ser más difícil si nos vemos obligados a salir de nuestras casas a trabajar en lo que sea, que nos ayuden a salir de esto”, invocó.