MINNEAPOLIS, MN
Miles de estadounidenses apagarán este viernes todos sus dispositivos digitales durante 24 horas por el Día Nacional de la Desconexión, para conectar con ellos mismos y los de su alrededor y “tomarse un respiro de la tecnología”.
La organización no gubernamental detrás de esta iniciativa no sabe todavía qué eco tendrá en está undécima edición, aunque aventura una cifra de desconectados superior a los 112.000, pero sí conoce con certeza que a año a año han ido aumentado.
El Día Nacional de la Desconexión, que ya tiene imitadores en algunos países, nació a partir del proyecto “Sabbath Manifiesto” de 2010 como una adaptación a los nuevos tiempos del rito judío de los sábados.
Según la tradición hebrea, el sabbat, que es un día sagrado, se celebra desde el atardecer del sexto día de la semana hasta el anochecer del séptimo y se debe evitar cualquier tipo de trabajo durante esas horas.
También el Día Nacional de la Desconexión comienza con el ocaso del viernes y termina con el del sábado.
“Se trata de tomar un respiro de la tecnología, y especialmente de los teléfonos y las tabletas, y también de incrementar nuestra relación con las personas que amamos y con el mundo que nos rodea”, señaló a Efe una de las organizadoras de este movimiento, Kim Cavallo.
APAGÓN VOLUNTARIO
Este apagón voluntario llega cuando la tecnología ha fagocitado todos los aspectos de la vida diaria y afecta a casi todos los estratos de la sociedad. Según los datos del Centro de Investigaciones Pew, el 81 % de los adultos estadounidenses tenía un teléfono inteligente en 2019.
Desde la organización instan a “desconectar” también otros dispositivos digitales y especialmente las tabletas.
El objetivo es abrir una conversación acerca de cuánta tecnología usamos”, comenta Cavallo, quien cree que con un solo día al año no basta y habría que tener varios días de desconexión .
Paradójicamente los organizadores no van a desconectar hoy porque necesitan dar difusión a su mensaje.
“Reconocemos la ironía de compartir el Día Nacional de la Desconexión vía las redes sociales, pero tenemos que llegar a la gente donde la gente está”, indicó la organización en un mensaje publicado a fines de febrero en el que se comprometía a no enviar tuits el 1 y 2 de marzo.
Según el Centro de Investigaciones Pew, el 96 % de los jóvenes entre los 18 y 29 años poseen un teléfono inteligente, mientras que en las personas mayores de 65 años el porcentaje se reduce al 53 %.
¿CUÁNTO ES MUCHO?
Cavallo dice que la humanidad lleva tiempo preguntándose cuál es el nivel adecuado de comida o de ejercicio para estar “sano” y ahora “es el momento de conversar sobre la cantidad de tiempo dedicado a la tecnología”.
“Cuando alguien come mucho le da dolor de barriga, y lo mismo pasa con los dispositivos digitales y la tecnología”, indicó la organizadora, que subraya que ellos no son en absoluto contrarios a los avances tecnológicos.
En 2020 esta iniciativa cumple once años y ha crecido exponencialmente, hasta el punto de haberse quedado sin los kits de desconexión -sacos de dormir para celulares los llaman- que entregan a quienes los piden online.
Este año distribuyeron 30.000 fundas para guardar los teléfonos móviles y evitar la tentación de usarlos, que se suman a los que ya están en poder de personas que llevan años desconectándose por 24 horas al año.
Junto con estas herramientas, se han organizado más de 1.000 eventos y actividades a lo largo de todo el país para “sacar las narices de los dispositivos”.
Clases de yoga en el Soho de Nueva York, conciertos en San Francisco, charlas sobre salud mental y tecnología o visitar un mercado de frutas y verduras en el sur de California son algunas de las actividades organizadas para “conectar con la comunidad a tiempo real”.
Cavallo elogia que compañías como Google o Apple tengan herramientas para hacer que los propios usuarios sean conscientes del tiempo que dedican a sus aparatos, y que son buenas para establecer periodos de uso entre adultos y jóvenes.
Sin embargo, Cavallo destaca que la clave está en que se produzca “un cambio de hábito” entre la población, y para ayudar a los más pequeños, es necesario que los padres “tomen responsabilidad”.
“YO DESCONECTO PARA…”
La organización animó a los usuarios a subir una foto a sus redes antes de desconectar con un cartel del movimiento en el que den las razones por las que apagarán sus dispositivos, y así concienciar a un mayor número de gente de dentro y fuera del país.
A través de su web, el movimiento puso a disposición de los usuarios el cartel en varios idiomas y les pidió que se fotografiaran con su mensaje.
“Para reconectar”, “para amar”, “para tener una vida que merezca la pena vivirse”, “para recordar lo que me hace estar agradecida” o “para disfrutar el momento”, dicen en sus carteles algunos de los desconectados.