MINNEAPOLIS, MN.-
Las autocracias en Latinoamérica son un tema clave para el votante hispano en las elecciones presidenciales de noviembre en Estados Unidos, especialmente en los estados donde la voz de los exilios tiene más peso, como en Florida, sobre todo en las comunidades cubana, venezolana y nicaragüense.
En el caso de los nicaragüenses, el político de ese país exiliado en Miami Ariel Montoya ve la actitud frente al presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, como una de las cuestiones “esenciales” para atrapar el voto de su comunidad. Y la Administración Biden es percibida como “muy blandengue de cara al castrocomunismo”, apuntó a EFE.
Por el contrario, el discurso contra el socialismo impulsado de forma vehemente por los republicanos en las campañas electorales ha sido crucial para ese partido, expresó a EFE el politólogo Eduardo Gamarra, de la Universidad Internacional de Florida (FIU, en inglés).
“Ha sido muy importante y lo ves en todos los discursos de Donald Trump”, enfatizó Gamarra.
El votante republicano piensa que los demócratas “son todos marxistas, son socialistas, son comunistas. Ese es un mensaje que, si bien yo creo que se originó en Miami-Dade, hoy es un mensaje nacional y vuelve a calar entre el público hispano este año”, explicó el experto.
“Es un mensaje muy poderoso con las comunidades venezolanas, la comunidad cubana, la comunidad colombiana”, agregó. Sobre los colombianos, recordó que un estudio de FIU de este año halló que estos son los compatriotas que más han corrido hacia la derecha.
“Muchos hispanos ejercemos el derecho al voto pensando también en lo que está pasando en nuestros países” de origen, dice a EFE la periodista venezolana Karen Aranguibel, miembro de la Plataforma de la Unidad, en Miami.
El exilio, un voto de castigo a la narrativa socialista
“No queremos que se repita la historia aquí”, señala tajante Aranguibel al referirse a la experiencia de 25 años bajo el régimen de Hugo Chávez y de su sucesor, Nicolás Maduro, gobiernos que han dejado, dice, una economía devastada y una sociedad dependiente de los subsidios.
La venezolana es una comunidad ascendente en Estados Unidos. De los más de 600.000 venezolanos radicados en este país, solo en Florida, de acuerdo con el último censo, radican unos 200.000, una gran parte de ellos en Doral, ‘Doralzuela’ como se conoce popularmente a esta ciudad aledaña a Miami por su elevada población venezolana.
A su parecer, el voto venezolano, aún siendo diverso, muestra una tendencia más favorable hacia los republicanos por su firmeza ante los gobiernos autócratas de Latinoamérica.
En este contexto, un ejemplo es el senador republicano por Florida Rick Scott. que alude en sus mensajes de campaña al comunismo.
“Muchas familias en Florida han sido víctimas del malvado comunismo en otros países”, dice en uno de ellos.
En otro comercial, en español, alerta del avance del socialismo en las escuelas para “socavar nuestros valores”.
“Los padres enseñamos valores a nuestros hijos. Lo que está bien y lo que está mal, la verdad y la mentira”, pero que hoy en los colegios los “maestros socialistas” les enseñan no matemáticas o inglés, sino que “un hombre puede tener un bebé y convertirse en mujer”.
Se les enseña que “el Gobierno debe ser el todo. ¡Eso es socialismo!”, exclama el exgobernador de Florida, que busca la reelección como senador.
En cuanto a la influyente comunidad cubana, el candidato presidencial que aplique medidas para contrarrestar el peso del régimen represivo en la isla, que supera las seis décadas, captará este voto, asegura a EFE Orlando Gutiérrez Boronat, coordinador de la Asamblea de la Resistencia Cubana (ARC).
“La comunidad va a votar por el candidato presidencial que de verdad represente y garantice un respaldo decisivo de EE.UU. a terminar con la dictadura” en Cuba, afirmó Gutiérrez.
El líder del exilio cubano sostiene que los cerca de tres millones de cubano-estadounidenses llamados a las urnas “tienen un peso decisivo” o de “gran influencia” en estados como Florida, Nevada, Texas o Illinois.
Coinciden Gutiérrez y Aranguibel en que el voto hispano será determinante o “muy importante” en estas elecciones, pese a que las prioridades de este no coincidan siempre con las del votante cubano.
“Cada vez vienen más venezolanos y nicaragüenses” que no quieren un presidente “flojo con el comunismo”, apostilló Gutiérrez.