“Estados Unidos no permitirá las visitas a Cuba a través de embarcaciones de pasajeros y embarcaciones recreativas, incluidos cruceros y yates, así como aviones privados y corporativos”, señaló un comunicado del Departamento de Estado.
“Cuba continúa desempeñando un papel desestabilizador en el hemisferio occidental, proporcionando un punto de apoyo comunista en la región y apoyando a los adversarios estadounidenses en lugares como Venezuela y Nicaragua al fomentar la inestabilidad, socavar el estado de derecho y suprimir los procesos democráticos”, dijo el Secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, en un comunicado.
La prohibición, que entro en vigor el 5 de junio, no afecta a los vuelos comerciales entre Estados Unidos y Cuba, dos países vecinos que han vivido como enemigos prácticamente desde el triunfo de la revolución liderada por Fidel Castro, en 1959.
A fines de 2014 los entonces presidentes Barack Obama y Raúl Castro anunciaron un acuerdo para normalizar las relaciones bilaterales y en ese marco se produjo en 2016 la autorización de los cruceros a la isla, aunque sin desmantelar el entramado de leyes que sustentan el embargo comercial estadounidense sobre Cuba.
Desde antes de ganar las elecciones de 2016, Trump prometió acabar con el deshielo y está cumpliendo su promesa con medidas que también tienen que ver con su apoyo a la oposición venezolana para echar del poder al presidente Nicolás Maduro.
“Estamos muy contentos (con la prohibición), esto es por lo que hemos luchado”, señaló a Efe Orlando Gutiérrez, del Directorio Democrático Cubano, quien consideró “inmoral” el turismo a Cuba, porque sirve “para llenar los bolsillos de los represores”.
Al felicitar “al presidente Trump y su administración por continuar su fuerte solidaridad con el pueblo cubano”, el congresista republicano Mario Díaz-Balart recordó que las “actividades turísticas” estadounidenses en Cuba son “ilegales”.
El Gobierno cubano vaticinó el fracaso de las medidas anunciadas este jueves por Estados Unidos.
“Pretenden asfixiar la economía y dañar el nivel de vida de los cubanos para arrancarnos concesiones políticas”, pero “fracasarán otra vez”, escribió en Twitter el ministro de Exteriores Bruno Rodríguez.