MINNEAPOLIS, MN
Hace tan solo unos días, la alcalde de Minneapolis, Betsy Hodges, presentó su segundo informe sobre el estado de la ciudad, en donde subrayó que “No necesitamos tan solo construir la fuerza laboral del futuro, necesitamos construir los lugares de trabajo del futuro.”
Luego de enfrentar criticismo por parte incluso de algunos miembros del Concejo de la Ciudad, hoy un grupo de activistas decidió dar lectura lo que para ellos es “el verdadero estado de la ciudad.” Bajo la llamada del grupo Vecinos Organizados Para el Cambio, un grupo de personas se reunió en el City Hall de Minneapolis, para leer lo que ellos llamaron “El Estado de la Nación del Pueblo.” Entre los principales temas abordados por el grupo, destacan la atención a derechos humanos y a la necesidad de implementar cambios dentro del cuerpo policiaco.
En la presentación, los voceros del grupo, y en particular Mike Griffin, líder organizador, dijo estar contento con los puntos relevantes en el discurso de la alcalde Hodges. Resaltó, sobre todo, que Hopkins se refiriera a promover justicia para los trabajadores al trabajar con sus calendarios laborales, la idea de aplicar la ley a los empleadores que no sigan los lineamientos con relación a tiempo extra y a ampliar acceso a mayor número de días de enfermedad como derecho a los trabajadores en la ciudad.
El protagonista del pointergate, que se difundió a través de las redes sociales profusamente, Navell Gordon, habló de su propia experiencia al ser constantemente detenido por la policía en las cercanías de su lugar de trabajo, acusado incluso de haber escupido en la acera. Otros líderes hablaron de sí mismos, al apuntar la necesidad de acudir a laborar, pese a estar enfermos, pues corren el riesgo de perder sus empleos.
Los concejales Lisa Bender, Cam Gordon y Alondra Cano acompañaron al grupo de activistas a lo largo del evento en su totalidad, expresando apoyo a los manifestantes, y asumiendo el compromiso de promover la implementación de regulaciones que protejan a la población con mayor efectividad, y que antiguas regulaciones no sean pretexto para ejercer discriminación en la ciudad.
Gordon destacó que durante la segunda década del siglo, la desproporción en el número de detenciones con base al análisis de raza o grupo étnico, mostró que el número de detenidos negros más que duplica el número de blancos en arresto (59 por ciento negros, 24 por ciento blancos, entre los detenidos). En contraste, 69 por ciento de las demandas y llamadas a la policía provinieron de ciudadanos blancos, en tanto que sólo 12 por ciento fueron hechos por habitantes negros en la ciudad.
El concejal anunció que se propone la revocación de dos leyes, al menos, que son usadas como pretexto para alimentar dicha desigualdad, refiriéndose a la penalización por escupir en vías públicas, así como a la de denuncia de “personas sospechosas”, que son frecuentemente reportadas en casos de aprehensiones hechas con claro tinte discriminatorio. Se espera que ello pueda traducirse en la disminución, y eventual eliminación, del prejuicio racial al ejercer la ley.