SAINT PAUL, MN. Por Stephanie Tice.
Cuando yo era niña, mi abuelito me decía que muy pronto sería más alta que él. Aunque no lo creía posible, mi abuelito tenía mucha razón – es verdad que los niños crecen más rápido que creemos posible.
Hay maneras que los padres (y los abuelitos) podemos ayudar a los niños a prepararse para sus vidas de adulto. Manteniendo en mente, por supuesto, que cada niño y cada familia son únicas, ofrezco aquí algunas sugerencias.
Desde una edad temprana, podemos empezar a inculcar en ellos la importancia de la educación, y que el aprender es algo divertido. Podemos transmitirles que nos interesa su aprendizaje y desarrollo. Debemos asegurar que estén en un buen camino en la escuela – que estén a su nivel de grado. En particular, debemos asegurar que puedan leer, porque eso les influirá en todas las materias que van a aprender. Si pasan por dificultades en la escuela, debemos como padres pedir ayuda a sus maestros.
Cuando llegan a la escuela secundaria, no debemos temer pensar fuera de lo normal. Existen muchas opciones y muchos caminos al éxito, y todo depende de las necesidades únicas de cada niño.
Podemos involucrar a nuestros hijos a participar en actividades que los preparan para la adultez. Podemos llevarlos a excursiones a observar a profesionales en acción, o a visitar juntos a campos universitarios.
Es una buena idea animarlos a participar en actividades extracurriculares como deportes, música, teatro, STEM, codificación, etc., para capacitarlos en fomentar sus habilidades, intereses y potencial de liderazgo. Pueden ser voluntarios en la comunidad o en su grupo de fe, o ganar experiencia en prácticas semiprofesionales o de tutoría. Podemos animarlos a tomar clases avanzadas que les dan un buen desafío académico, como Advanced Placement (Ubicación Avanzada) o Post-Secondary Education Options (Opciones de Educación Postsecundaria). Al momento de aplicar para entrar a universidades, las clases avanzadas reflejan una actitud seria y determinada a estudiar, y como son gratuitas o a un costo reducido, pueden ser una buena manera de reducir el costo de créditos universitarios.
Establecer un fondo de ahorros también es otra manera en que podemos mostrarles nuestro apoyo a sus ambiciones. Si su meta es estudiar en universidad, podemos ayudarles a estar al tanto de las plazas de someter las aplicaciones. Debemos también tener en mente que cuantas más aplicaciones que someten nuestros hijos para becas, más probabilidades tendrán para recibirlas y así poder cubrir parte del costo.
A cada paso – del jardín preescolar – al kínder – a la primaria – a la secundaria, hasta el día de su graduación… el involucramiento de padres es clave.
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