MINNEAPOLIS, MN
Con la mirada lejana dirigida hacia el hermoso horizonte otoñal del Powderhorn Park y con unas rodillas frágiles consecuencia de la pasión con la que jugó por varios años al béisbol, Tony Oliva, aun no puede separarse ni por un instante de cada detalle que rodea al deporte que tanto ama, inclusive en el mismo día que dos ligas hispanas le rendían un generoso homenaje. Al ver que el montículo del terreno de juego se encontraba algo dañado por la lluvia de una noche anterior, el mismo Tony fue hasta la ‘lomita’ para arreglar como podía los daños donde los lanzadores se paran, dando muestra de su gratitud por el béisbol y mostrando la misma humildad que lo ha distinguido en toda su vida.
El orgullo del Pinar del Rio, Cuba, nació un 20 de Julio de 1938 con el nombre de Antonio Oliva López Hernández Javique, pero cuando llegó a los Estados Unidos en 1961 para pertenecer a los Twins de Minnesota, simplemente fue llamado Tony Oliva. A lo largo de su carrera como jugador con los Twins, Tony demostró sus grandes habilidades como beisbolista, dominando varios aspectos del juego; era un gran bateador, no solamente en su porcentaje sino mostrando poder, magnifico corredor de bases, y fino haciendo jugadas defensivas.
Tony Oliva conectó 1,917 hits durante su carrera con los Twins, retirándose con un promedio muy respetable de .304 de porcentaje. Él es el único jugador que ganó el campeonato de bateo en sus dos primeras temporadas y obtuvo uno más en sus 15 años de carrera como jugador de los Twins, un record que se sustenta como el más viejo dentro del club. Su consistencia como bateador fue demostrado en el hecho de haber liderado la liga en hits en 5 ocasiones, y sus 220 cuadrangulares lo colocan como el quinto históricamente entre los jugadores de los Twins. De no haber sido por su problemas con las rodillas, los cuales mermaron sus años como jugador, Oliva fácilmente hubiera alcanzado el Salón de la Fama del béisbol que hasta el momento siempre se le ha negado. Tony fue nombrado novato del año de la Liga Americana en 1964, pero lo más destacado de Tony fue haber igualado a Joe DiMaggio como los únicos jugadores en haber alcanzado el juego de las estrellas en sus primeros 6 años como profesionales, después Oliva lo superó al lograrlo en 2 oportunidades más para imponer un record en las Grandes Ligas.
Tony también jugó en México, en la Liga del Pacifico, con los Cañeros de los Mochis, donde también fue manager de ese equipo. Después de su retiro con los Twins en 1976, el permaneció con la organización de Minnesota teniendo diferentes puestos entre ellos instructor de bateo, coach de primera base, coach de bateo en los equipos de los Twins en las Ligas Menores y ahora como comentarista en las transmisiones de radio en español. El momento cumbre de Tony Oliva llegó el 14 de Julio de 1991 cuando los Twins le dieron el homenaje y el tributo que Tony se merecía al retirar el número 6, número que ya no será utilizado por ningún jugador de los Twins.
La sencillez, la sonrisa, y el carisma de Tony lo han hecho una figura dentro de la organización de los Twins, en la que aun trabaja después de más de 50 años en los cuales ha dedicado gran parte de su vida con mucho respeto, honor y fidelidad.
Oliva es recordado cariñosamente por los aficionados de los Twins en cada ceremonia o evento importante en el Target Field ya que siempre es uno de los más ovacionados. Es una institución, un hombre que ha puesto muy en alto el nombre de los Twins y el de Minnesota.
El pasado domingo 22 de octubre, se celebró un juego de béisbol en su honor, llamado el Tony Oliva Classic, el cual fue un homenaje sencillo pero muy emotivo por parte de la Asociación Latino-Americana de Béisbol y de la Liga Hispana a manera de reconocimiento por toda su trayectoria dentro y fuera del terreno de juego. El señor Miguel Ramos, Director de Marketing para la Diversidad y Relaciones Públicas de la Organización de los Twins fue quien dirigió la ceremonia y dio unas palabras enalteciendo la historia y labor de Tony Oliva en tantos años con los Twins de Minnesota.
Posteriormente el propio Tony completamente conmovido por las palabras y su homenaje se dirigió a todos los presentes del Powderhorn Park en Minneapolis con una voz entre cortada y con unos ojos cristalinos simplemente para agradecer a todos por tal gesto en su honor. Posteriormente a la ceremonia comenzó el juego entre los equipos de Cardenales de la Liga Hispana y los Diablos de Minneapolis de la Asociación Latino-America de Béisbol. La pizarra final fue para Cardenales por 14 carreras contra 7 sobre los Diablos de Minneapolis y de esta manera se llevaron el Tony Oliva Classic 2017.
El Tony Oliva Classic se piensa en institucionalizar cada año para recordar que Tony Oliva es una leyenda de los Twins de Minnesota, no solamente como jugador sino como ser humano, además de ser un gran baluarte dentro de nuestra comunidad Latina.
