GREELEY, COLORADO
El frigorífico de la empresa JBS en Greeley, al norte de Colorado, reabrió sus puertas sin haber realizado exámenes de salud a sus trabajadores, a pesar de que murieron cinco empleados y 120 dieran positivo en las pruebas de corinavirus, denuncio este lunes sindicato que los representa.
En rueda de prensa en Greeley, Kim Cordova, presidente del Local 7 de la Unión de Trabajadores de Alimentos y Comercios (UFCW), reveló que 74 de los 120 contagiados (19 más que el viernes pasado) son miembros del sindicato, incluyendo dos empleados asintomáticos que dieron positivo por COVID-19.
Esos trabajadores realizaron sus exámenes la semana pasada y recibieron los resultados durante este pasado fin de semana, puntualizó la dirigente, quien lamentó que JBS decidiese reabrir el frigorífico tras diez días de cierre por limpieza y desinfección, sin ofrecer los test a todos sus empleados.
De hecho, JBS sólo hará los exámenes de salud a sus 200 gerentes y supervisores, según un comunicado emitido por la empresa el pasado jueves en anticipo de la reapertura parcial de la planta (sólo 1.600 empleados regresaron al trabajo).
El pasado 10 de abril, JBS había prometido un millón de dólares para los exámenes salud de sus trabajadores.
Además, según Cordova, ya son cinco los empleados de JBS fallecidos por el coronavirus: Saul Longoria Sánchez, Eduardo Conchas de la Cruz, Tiburcio Rivera López, Way Ler y otra persona no identificada.
Cordova había advertido la semana pasada que sin los exámenes de salud disponibles para los trabajadores y sin la implementación completa de las medidas de seguridad y protección anunciadas por JBS, los miembros del sindicato UFCW se verían obligados a faltar al trabajo, por incumplimiento de la empresa de su parte del acuerdo para reabrir el frigorífico.
Por su parte, JBS le envió a Cordova una carta documento, fechada 24 de abril y hecha pública por la compañía, pidiéndole que desista de realizar comentarios adicionales a los medios sobre la seguridad de los trabajadores del frigorífico y alertando que el llamado al faltar al trabajo equivale a una huelga, una acción no permitida en el marco de la actual circunstancia.
Como respuesta, Cordova emitió su propio comunicado, aseverando que “el Local 7 de UFCW no está de acuerdo que la planta sea segura en este momento porque no todos los trabajadores han sido examinados”.
Y subrayó que “cualquier acción legal buscando silenciar al sindicato de sus gestiones legales y constitucionales no tiene base legal alguna”.
Cabe mencionar que JBS cerró “temporalmente” este domingo su planta en Green Bay, en el estado de Wisconsin, por un brote de coronavirus en ese establecimiento y que los casos de COVID-19 entre los empleados del frigorífico en Grand Island, en Nebraska, ya llegan a varios centenares, según las autoridades de salud de esa ciudad.
Además, la planta de procesamiento de cerdos de JBS en Worthington, en Minnesota, permanece cerrada.
JBS USA opera unas 60 plantas procesadoras de reses, cerdos y pollos, así como otros establecimientos de preparación alimentos, en Estados Unidos.