MINNEAPOLIS, MN
En el fútbol y aparentemente en los negocios, la mejor defensa es el ataque. De acuerdo a informes de varios medios locales, la Legislatura de Minnesota acordó de manera casi unánime y a través de una enmienda, el deslindar la posibilidad de gasto público hacia la inversión para un nuevo estadio deportivo, en este caso se esta hablando del proyecto para un nuevo estadio de fútbol soccer bajo la propiedad de Minnesota United FC, el equipo de fútbol soccer en el estado y recientemente asignado como nueva plaza de la Major Soccer League.
La votación sobre esta medida fue tajante con un 61 a 4 en favor de esta enmienda y por consecuencia en oposición a este gasto. Sin embargo, en el papel, existe aun la posibilidad que a nivel presupuesto de condado, este subsidio sea otorgado. Aunque por ahora solo esta posibilidad se ha dado en conversaciones, es factible que una propuesta formal sea presentada en el senado.
Una situación difícil para los empresarios, quienes al presentar este proyecto poco después de la construcción y aprobación del proyecto de estadio para los Minnesota Vikings, ademas de la reciente construcción del estadio TCF Bank de la Universidad de Minnesota y la reciente aprobación de renovación de la arena Target Center, ven minimizadas las posibilidades de contribución publica en base a la idea de desarrollar el área oeste del downtown de Minneapolis, justo antes del autopista 94 y en los terrenos del actual “farmers market”.
Tanto el Gobernador Dayton como la Alcalde Hodges de Minneapolis se han mostrado escépticos al proyecto, proyecto que dista de recurrir a la petición de fondos públicos como el proyecto Vikingo pero que requiere del excepciones de impuestos en predio y materiales de construcción, lo cual en cierta forma determina un subsidio.
La propuesta de no inclusión de esta conversación en el senado vino en forma de enmienda, originada por el Senador Branden Patersen de Andover y que dictamina: “No fondos estatales deberán ser apropiados, o gastos en impuestos deberán ser usados para la construcción de un nuevo estadio de Major League Soccer (liga mayor de fútbol soccer)”. Mas claro que el agua no pudo ser.
Existen entonces opositores y sería perder el tiempo el especular de donde viene la oposición; de la real protección al gasto publico que no se dió con el estadio Vikingo, de las consecuencias y el desgaste político a causa del otorgamiento de dichos fondos a proyectos similares anteriores, de un simple razonamiento en base al hecho de la existencia y exceso de estos centros deportivos masivos, o simplemente de que no es prioridad para la agenda actual.
Lo cierto es que el grupo empresarial tendrá que tomar decisiones y encontrar soluciones para desarrollar su proyecto, ya sea con el uso de su propio dinero, que seguramente lo tienen, o de (como idea), del establecimiento de un metido de accionista y/o bonos por parte de los aficionados al proyecto, tal y como se dice el estadio y la franquicia de Green Bay funciona.
Según fuentes locales, la excepción en impuestos podría representar un monto de 3 millones de dólares inmediatos, lo
s cuales en realidad no representan mucho para el grupo de empresarios, bien conocidos por su éxito en los negocios y la fortuna que a través de ellos han amasado.
Los empresarios seguramente lograran descifrar el código y lograran conseguir el mejor “deal” para el desarrollo de su proyecto, de eso no hay duda. Esto, es tan solo el comienzo de la jornada.
