MINNEAPOLIS, MN. Por Mike Moen
Enero es Mes Nacional de la Mentoría y en Minnesota, los líderes del programa informan que hay listas de espera para que los niños puedan ser emparejados con un adulto dispuesto a pasar un tiempo valioso con ellos.
Se están renovando los llamados a voluntarios. Los programas de mentoría basados en la comunidad conectan a jóvenes que no tienen muchos modelos a seguir en sus vidas con adultos para realizar una variedad de actividades, como asistir a eventos deportivos, museos o hacer manualidades juntos.
Jill Hinners, directora ejecutiva de Mentor North en Duluth, dijo que se trata de ayudar a los niños a desarrollar nuevas habilidades y confianza.
“Vemos chicos que son introvertidos, tímidos y ansiosos”, explicó Hinners. “Quizás simplemente les cuesta un poco exponerse y formar una gran red de amigos”.
Sugirió que un mentor podría hacer que se sientan más cómodos a la hora de establecer conexiones a medida que crecen.
Su grupo señaló una investigación que muestra que los niños con mentores tienen un 22% más de probabilidades de haber sentido un fuerte sentido de pertenencia. Hinners señaló que, si bien Minnesota tiene un buen historial de trabajo voluntario, su oficina informa de una lista de espera de entre 50 y 60 niños.
Otros datos muestran que los niños que tienen un mentor tienen un 55% más de probabilidades de matricularse en la universidad y un 78% más de probabilidades de hacer voluntariado de forma regular. Hinners destacó que los resultados se pueden atribuir a un sentido de pertenencia.
“Queremos que los jóvenes sientan que están desarrollando su voz”, enfatizó Hinners. “Que puedan hacerse oír en su comunidad y tengan el coraje suficiente para asumir posiciones de liderazgo en su comunidad”.
Hinners señaló que, si bien tienen un retraso, los niveles de voluntarios se han recuperado de la caída provocada por la pandemia. Agregó que están tratando de ser más complacientes en ciertos aspectos, como asegurarse de que los niños con discapacidades tengan una buena experiencia.
Los adultos que desean convertirse en mentores pasan por un proceso de selección antes de ser emparejados con un joven que tiene intereses similares.