MINNEAPOLIS, MN
Una de las esculturas mas emblemáticas de la Ciudad de Minneapolis es “Bailarines” y resulta ser una escultura original del gran artista Colombiano Fernando Botero, el pintor y escultor abstracto, famoso por su estilo de representación con personas de proporciones exageradas que le han dado gran reconocimiento y fama internacional.
Hoy esta incomparable escultura esta siendo sujeta a un proceso de conservación. Kristin Cheronis, quien por 27 años ha trabajado para museos, galerías, corporaciones y dueños de arte, es la encargada de dar junto a su equipo de 5 personas el tratamiento a la escultura dos veces por año .
“El bronce es un material vulnerable a la contaminación ambiental, especialmente de los autos que transitan por aqui, anualmente le limpiamos y removemos las capas de corrosion para darle entonces una nueva capa de cera protectora que le permite a la escultura lucir bien, lucir bellísima”, dijo Kristin al compartir unas palabras con El Minnesota de Hoy.
El tratamiento dura aproximadamente seis horas y este trabajo implica la participación de dos conservadores de arte, dos artistas y dos internos que al hacer estos trabajos obtienen la experiencia necesaria para convertirse en conservadores algún día.
“Bailarines”, parece ser un extracto de una pintura que el mismo Botero realizo años atrás.
Existen tres esculturas de este tipo. Una de estas “Dancers” o “Bailarines”, fue vendida por 1.7 millones de dólares en el año 2011, no se sabe con exactitud si esta es la que se encuentra en Minneapolis, la cual es propiedad de la compania CSM que la ha plasmado en la Avenida Washington para la vista y el beneplacito de los habitantes de la ciudad.
El punto mas importante es que es un original de Botero, esta en Minnesota y a la vista de todos nosotros.
Realizada en el año 2000, “Bailarines” esta convertida en una de las mas identificables esculturas de la ciudad, la figura de bronce de poco mas de 10 pies de alto, muestra a una pareja bailando cubiertos solamente por el manto obscuro de la patina.
En “Bailarines”, los cuerpos enormes, casi del mismo tamaño, expresan un momento intimo entre la pareja, mirandose uno al otro, justo antes de experimentar otro momento. Botero alguna vez explico que no intentaba darle personalidad a sus personajes, sino elementos de forma que logren exaltar su erotismo.
La escultura continua bailando, congelando en tiempo y lugar, su espacio ubicado en la esquina de Washington Avenue S. y Avenida 5 S. Downtown Minneapolis.
