BLOOMINGTON, MN
El pasado lunes, una pasajera que viajaba de la ciudad de Orlando, en Florida, a Minneapolis, tuvo que enfrentar un evento sumamente incómodo, invasivo y ofensivo. Y es que cuando Shadi Petosky, residente de Minneapolis, pasó por el sistema de escaneo corporal, fue detenida cuando la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) detectó una “anomalía” en la pantalla.
Petosky de inmediato denunció el hecho vía Twitter, indicando que dicha “anomalía” era nada menos que su pene. Y lo que siguió a esta invasión de su privacidad, ha sido presentada por la misma Petosky como una tortura, que viola todos los derechos a los que cualquier ciudadano de este país puede tener acceso.
Las autoridades aeroportuarias se encuentran en la mira de la crítica generalizada, al tener que enfrentar de nueva cuenta problemas con la privacidad de los viajeros. Las autoridades del aeropuerto expusieron a Petosky a un proceso intrusivo, que buscaba “respuestas” a la “anomalía” encontrada.
Al primer tweet que Petosky publicó denunciando haber sido detenida en el aeropuerto de Orlando, siguió una larga lista de tweets con detalles escalofriantes respecto a la serie de situaciones por las que tuvo que pasar. Desde el aislamiento en un cuarto, a la espera de alguna autoridad que pudiese responder sobre el caso, pasando por la pérdida de su vuelo, y a la falta de claridad respecto a cómo se debiera resolver la situación tan compleja en ese momento.
En algún momento de este viacrucis, Petosky fue presionada para declarar su sexo como “masculino”, o de otra forma “habría problemas,” según expresó un agente de TSA. Siendo ella una viajera experimentada, esta situación no se había presentado nunca antes, y sin embargo trajo consigo serias complicaciones, no sólo dentro del área de escrutinio del aeropuerto, sino más allá, como cuando buscó tomar un vuelo alterno a Minneapolis, sin que se le permitiera, o incluso recibiendo la petición de abandonar el aeropuerto.
El asunto escaló cuando, al no poder dar una respuesta lógica a la razón por la cual la pasajera había sido detenida, se mencionó la presencia de explosivos, con lo que un “especialista” en ello apareció en escena. “Ya terminé. Fueron 40 minutos, 2 palpadas de cuerpo completos, desmantelamiento completo de mi equipaje. Perdí mi vuelo,” escribió Petosky cuando parecía haber pasado lo peor.
La secuela de eventos que afectaron a Petosky, pueden listarse como una serie de violaciones a los derechos individuales, y una falta total de respeto. Y es que el poder adquirir un nuevo pasaje para viajar a Minneapolis fue un nuevo viacrucis, con pleno desdén por parte del personal de American Airlines, quienes llegaron a ofrecerle un pasaje por $955 dólares.
Las autoridades de TSA respondieron que la empresa toma cualquier potencial violación a derechos civiles de forma muy seria.
“Luego de analizar el video de circuito cerrado de TV y otra información disponible,, TSA ha determinado que la evidencia muestra que nuestros oficiales siguieron los estrictos lineamientos de TSA,” dijo un vocero de TSA. “Personal de supervisión y un Especialista de Apoyo de Pasajeros participaron en la revisión para asegurarse de que los lineamientos se cumplieran.”
El problema denunciado no es el único, pues muchas personas transgénero han señalado que los sistemas de escaneo tienen solo botones rosa o azul para identificar el sexo de una persona y permitirle el acceso a la zona de abordar, lo cual ha sido un argumento recurrente para detener a personas con distinta orientación sexual. Una violación a los derechos civiles, sin duda, y que debe atenderse.
I described what the flagging screen looked like to an artist. This is the anomaly. pic.twitter.com/SE0NadkPQX
— Shadi Petosky (@shadipetosky) September 22, 2015