Orlando (FL), (EFEUSA).
Antes de abordar un avión hacia México obligada por una orden de deportación, la esposa de un veterano de la Armada y madre de dos hijas estadounidenses subrayó hoy que hizo “todo lo humanamente posible” por mantener a su familia unida en el país que por más de dos décadas llamó suyo.
Alejandra Juárez, de 39 años, llegó temprano este viernes al Aeropuerto Internacional de Orlando acompañada por su esposo, Cuauhtémoc Juárez, y sus hijas de 16 y 8 años de edad, así como por amigos cercanos de la familia, residente en la ciudad de Davenport, en el condado Polk (Florida), que quisieron despedirse de ella.
En 2013 en una parada de tráfico empezó su pesadilla. La policía local la detuvo y la entregó a las autoridades federales de inmigración por ser indocumentada.
“Hice todo lo humanamente posible para poder quedarme”, declaró Alejandra Juárez, esposa de Cuauthtemoc Juárez, de 41 años, un veterano de la Armada de Estados Unidos, antes de abordar el avión.
El matrimonio decidió que la hija menor se reúna con su madre en México una vez que su madre esté instalada, mientras la mayor se quedara junto al padre.
Juárez, que entró al país de manera ilegal en 1998, agotó en vano todos los recursos legales para poder quedarse junto a su familia.
Hoy vio el “sueño americano” que vivió por 20 años, roto, y se convirtió ante las cámaras en el rostro de los estragos que viven las familias separadas debido a la leyes de inmigración, endurecidas por la política de “tolerancia cero” impuesta por la administración del presidente Donald Trump.
En razón del endurecimiento, su caso legal pasó de ser de “poca prioridad” a una lucha constante en la que debía dos veces al año presentarse ante la oficina local del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE en inglés).
Este miércoles el representante federal por Florida Darren Soto, en cuyo distrito residen los Juárez, escribió una carta urgente al secretario de defensa de Estados Unidos, James Mattis, solicitando su intervención para que la familia del veterano, quien sirvió dos años en la Armada, no fuese separada.
“Pedimos que el ICE detenga la deportación de la señora Juárez, ya que esto solo servirá para enviar el mensaje erróneo a las familias de militares, de que no serán apoyadas pese al gran sacrificio que han hecho por nuestra nación”, escribió Soto.