MINNEAPOLIS, MN. Por Mike Moen
Los estudiantes de último año de secundaria pronto estarán contando los días para graduarse, y en Minnesota, los estudiantes de las futuras generaciones podrían obtener una credencial especial si se esfuerzan por mejorar sus conocimientos y habilidades cívicas.
Un comité legislativo toma un proyecto de ley. El lunes se creó el programa “Sello Cívico”, como ya lo han hecho casi una docena de otros estados. Minnesota ya ha reforzado sus requisitos de educación cívica, pero quienes apoyan el proyecto de ley afirman que va más allá al añadir el sello a los diplomas de los estudiantes que demuestran un interés genuino en la participación cívica.
Esha Vibhakar, estudiante de tercer año y defensora estudiantil en la escuela secundaria Wayzata, dijo que es algo difícil de hacer en un entorno político hostil.
“Tenemos mucho miedo a equivocarnos o a que la gente tenga opiniones diferentes a las nuestras”, explicó Vibhakar. “Mis compañeros y la gente de mi edad tienden a rehuir las conversaciones difíciles”.
Los promotores enfatizaron que no sería un mandato para las escuelas, pero señalaron que al ofrecer el Sello Cívico, los estudiantes pueden ganar confianza al aprender sobre el funcionamiento de la democracia. Podrían obtener el sello mediante proyectos adicionales, como asistir a las reuniones del ayuntamiento o ser voluntarios en una organización sin fines de lucro. El proyecto de ley cuenta con apoyo bipartidista.
El senador Steve Cwodzinski, DFL-Eden Prairie, uno de los promotores de la medida, es profesor de educación cívica jubilado. En el mundo actual, con tanta desinformación en las redes sociales, considera importante priorizar el conocimiento de la educación cívica. Citó investigaciones que demuestran que por cada 50 dólares que el país gasta en currículos STEM, se gastan cinco centavos por estudiante en aprendizaje de educación cívica.
“No pretendo desestimar el arduo trabajo que los defensores de las STEM han realizado en los últimos 15 o 20 años, pero simplemente intento hacer todo lo posible para revertir esas cifras”, enfatizó Cwodzinski. “Solo quiero que los jóvenes sean más cívicos y sepan cómo mantener un discurso público”.
Una coalición que busca concienciar sobre el movimiento afirmó que el Sello Cívico también enviaría a universidades y empleadores el mensaje de que un estudiante tiene mucho más que ofrecer que el simple éxito académico.
Otras investigaciones que demuestran que una sólida educación cívica se correlaciona con mayores tasas de votación y una mayor participación comunitaria.