MINNEAPOLIS, MN.-
Las personas multirraciales en Estados Unidos reclaman una identidad propia y sus experiencias con la discriminación varían considerablemente dependiendo de su combinación racial particular, indica un estudio divulgado este miércoles, el cual recomienda considerar estas diferencias al formular políticas públicas.
El estudio “Discriminación en el Siglo 21: Cómo las Políticas de Derechos Civiles Pueden Abrazar a la Creciente Población de Raza Mixta”, divulgado este miércoles por la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), señala que la población multirracial de EE.UU. ha crecido un 276 % entre 2010 y 2020 y suma unos 33.8 millones de personas. Este contingente era el 2.9 % de la población en el Censo de 2010 y aumentó al 10.2 % en el de 2020.
Entre las conclusiones de la investigación destaca que las personas de raza mixta a menudo experimentan la discriminación de una forma similar a los individuos de minorías de una sola raza.
Sin embargo, existe una variación significativa dependiendo de la combinación racial de cada persona. Por ejemplo, quienes se identifican con la etiqueta “negro-blanco” tienen experiencias diferentes a los “asiático-blancos” o “latino-blancos”.
Asimismo, los individuos a menudo cambian el grupo racial con el que se identifican y pueden restar importancia a su identidad multirracial en respuesta a su entorno social o político.
“Estados Unidos ha sido siempre una sociedad donde la raza importa y la raza divide. Pero la naturaleza de raza se está tornando mucho más compleja. La sociedad estadounidense ahora incluye millones de personas con antecedentes mezclados de razas que se definen como multirraciales”, señalaron Gregory Leslie y Natalie Masuoka, autores del informe.
La calificación de multirracial se aplica a las personas que, en su respuesta al Censo, optan por identificarse con más de una “raza” o grupo étnico ancestral.
En el Censo de 2020, 19,3 millones de personas se identificaron como blancos “con alguna otra raza”, y cuatro millones como blancos con indígena norteamericano o nativo de Alaska. Otros 3,1 millones se identificaron como blancos y negros, y 2,7 millones como descendientes de blancos y asiáticos.
Según el análisis de la UCLA, las uniones de latinos y blancos representan el 42 % de todos los matrimonios interraciales heterosexuales, y en estos el 22% involucran un esposo blanco y un 20 % un esposo hispano.
El estudio hace una serie de recomendaciones sobre la formulación de políticas, incluyendo “abstenerse de desarrollar una política uniforme para satisfacer las necesidades de poblaciones de raza mixta”, ya que ello “puede causar más daño en vez de mejorar la equidad”.
También recomienda construir un mayor consenso sobre cómo “contar” a los individuos de raza mixta al identificar poblaciones objetivo de políticas públicas, y monitorear las experiencias de estas personas sobre discriminación e identidad racial.
“Los políticos deben tener cuidado de políticas que promueven una categoría panracial o un enfoque de ‘una talla para todos’ que puede ocultar una intención discriminatoria o representar mal de forma inadvertida un creciente y diverso grupo”, señaló Leslie.