SAINT PAUL, MN
Treinta legisladores exigieron este miércoles al Gobierno del presidente Donald Trump que cumpla con una orden judicial del fines de marzo para la liberación de todos los inmigrantes menores de edad detenidos por las autoridades de migración.
“Los expertos médicos temen la transmisión excepcionalmente rápida de COVID-19 en los centros de detención donde los recursos tales como doctores, equipos de prueba y equipos de protección son limitados”, señaló una carta de los legisladores al secretario de Salud, Alex Azar, y al secretario interino de Seguridad Nacional, Chad Wolf.
“Instamos enérgicamente a los departamentos de Salud y de Seguridad Nacional a que cumplan plenamente con la orden reciente de la jueza federal Dolly Gee, en California, haciendo todos los esfuerzos para la liberación pronta y segura de los niños en centros de detención para prevenir el contagio de la infección”, indicaron los legisladores.
El 28 de marzo, Gee ordenó a la Oficina de Reasentamiento de Refugiados, y al Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) que hiciera todos los esfuerzos posibles para liberar a los menores detenidos y aplicar las prácticas recomendadas por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) a fin de evitar los contagios de coronavirus.
La orden judicial dio a las agencias un plazo hasta el 6 de abril para que respondieran al tribunal. Luego el juez federal James Boasberg, en el Distrito de Columbia, amplió la orden para incluir a los padres y madres de los niños detenidos.
El Gobierno tiene unos 30.000 inmigrantes indocumentados detenidos en diferentes centros en todo el país, y según los datos más recientes del ICE, unos 3.358 son menores, de los cuales más de la mitad han estado detenidos por más de tres meses.
“Estos individuos no cumplen sentencia por crimen alguno”, apuntaron los miembros del Congreso. “En cambio están a la espera de una audiencia para determinar si pueden permanecer legalmente en el país”.
Hasta ahora al menos cuatro menores de edad detenidos han tenido resultado positivo en la prueba de detección del coronavirus, al igual que funcionarios en los albergues para menores que han llegado a Estados Unidos sin el acompañamiento de un mayor de edad.
Entre los inmigrantes adultos bajo custodia del ICE han habido al menos 77 casos confirmados de COVID-19.
Las condiciones en esos centros de detención, que incluyen un hacinamiento que hace imposible la distancia interpersonal que se recomienda para evitar la propagación de la enfermedad, hacen difícil la desinfección de los locales donde además los detenidos no reciben lo necesario para su higiene personal, según han denunciado activistas y abogados de los inmigrantes.
“En lo que hace a los niños no acompañados que están detenidos, y que ya son más propensos a problemas de salud mental o que pueden haber sido separados de sus familiares, el trauma de la cuarentena solitaria por el virus, o simplemente la ausencia de información adecuada sobre la infección, contribuye a exacerbar las preocupaciones sobre la salud”, indicó la carta de los legisladores.