MINNEAPOLIS, MN
Bueno, acaso no todas sean nuevas obras, pero lo serán en dicho espacio, una vez que este sea renovado. Así, la “cuchara y la cereza” tendrá muy pronto compañía, y se encontrará rodeada de nuevos y numerosos vecinos. Ello debido a que el Walker anunció esta semana que habría adquirido 16 trabajos artísticos que ocuparán un sitio en el espacio escultórico. Entre ellos destaca el Gallo Gigante Azul, obra de la artista alemana Katharina Fritsch, y que se encuentra en exhibición en la Plaza Trafalgar de Londres. La réplica del gallo gigantesco se ubicará a un lado de la icónica cuchara, convirtiéndose en la primera obra de Fritsch en los Estados Unidos.
Los trabajos de renovación han comenzado ya, incluyendo un proyecto de expansión en el área de exhibiciones del jardín escultórico, con la adición de cinco acres, con lo que alcanzará un área total de 19 acres. Las nuevas piezas incrementarán también el número de trabajos expuestos, llegando a 56. Ello, sin duda, hará aún más disfrutable, si ello es posible, un espacio de por sí sumamente atractivo para propios y extraños. Un punto de referencia para visitantes, doquiera que ellos vengan.
El jardín escultórico del Walker, conocido como El Jardín Escultórico de Minneapolis, abrió al público en el año 1988, y se expandió en los primeros años de la década de 1990. La construcción del mismo fue resultado de una colaboración entre el museo Walker y la Junta directiva de Parques de Minneapolis, siendo esta última instancia quien posee el espacio. La directora ejecutiva del Walker, Olga Viso, curadora cubano americana de arte contemporáneo, señaló que el espacio se ha convertido en un referente como parque escultórico en el país y el mundo entero.
“Ha inspirado el parque Milenio, en Chicago, así como el Parque Escultórico Olímpico en Seattle,” dijo Viso. “[Representantes de] muchas ciudades han venido y estudiado lo que hemos hecho aquí, respecto a la incorporación de arte contemporáneo en el paisaje, pero también el modelo de asociación entre sectores privado y público [para la realización del proyecto]”
Luego de casi tres décadas de albergar a millones de paseantes, y numerosos grupos de personas, el parque se ve en la necesidad de renovar su sistema de drenaje, entre otras muchas cosas, lo cual ha sido tomado como pretexto para aprovechar la oportunidad y añadir una mayor dosis de nuevos trabajos. En tanto se desarrollen los trabajos en el área, algunas de las esculturas serán relocalizadas temporalmente, siendo asignadas a distintos espacios a lo largo de la ciudad.
Las nuevas piezas escultóricas serán “Zonas Temporales (Búho Rojo)” de Frank Bib Bear, de Duluth; “Scaffold”, de Sam Durant, de Filadelfia; un nuevo trabajo a cargo de Theaster Gates, de Chicago; “Imperio”, de Eva Rothschild, de Londres; el ya mencionado “Hahn/Cock”, o gallo azul, de Katharina Fritsch, de Alemania; “X”, de Liz Larner, de Los Angeles; otro encargo a Mark Manders, de Holanda; “Hephaestus”, de Matthew Monahan, de California; “Sin Título (puerta)”, de Monika Sosnowska, de Varsovia, Polonia; la famosa escultura “LOVE” de Robert Indiana de Nueva York; “Arcos” de Sol Lewitt, artista americano identificado como líder del arte contemporáneo; “Level Head”, de Tony Cragg, de Inglaterra; un trabajo más de encargo a Nairy Baghramian, de Berlin; “La Soledad” del cubano Kcho; y dos trabajos más bajo encargo de Philippe Parreno, artista francés y Aaron Sapngler, de Park Rapids, MN.
Estaremos atentos y dispuestos a gozar de las nuevas propuestas en el jardín escultórico de Minneapolis, que abrirá en el 2017.