MINNEAPOLIS, MN
Deborah Birx, coordinadora del grupo de trabajo de la Casa Blanca contra la COVID-19, señaló este domingo que la pandemia del coronavirus está afectando tanto las zonas rurales como urbanas de EE.UU.
“Esta epidemia ahora mismo es diferente y es amplia, está más extendida. Y es tanto rural como urbana”, declaró la experta al programa “State of the Union”.
Birx puntualizó que lo que están viendo en el país “hoy es diferente de marzo y abril”.
“(El virus) está extraordinariamente extendido”, agregó, al señalar que están en una “nueva fase” en la lucha contra la pandemia.
En ese contexto, insistió en la necesidad de seguir las recomendaciones de las autoridades sanitarias y señaló que quienes viven en zonas rurales no son “inmunes” ni están “protegidos contra el virus”.
“No importa dónde vivas en Estados Unidos, tienes que usar una máscara”, dijo Birx, quien llegó incluso a sugerir el uso de cobertor facial en casa para quienes viven con personas de distintas edades o que padezcan alguna comorbilidad y en su localidad se ha registrado un brote.
Por su parte, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, señaló este domingo al programa “This Week” que no confía en Birx, quien fue designada por el presidente estadounidense, Donald Trump, al argumentar que el gobernante “está difundiendo desinformación sobre el virus”.
“No tengo confianza en eso”, agregó la líder demócrata.
Estados Unidos se mantiene como el país con más contagiados en el mundo por la COVID-19, con 4,63 millones de casos, según el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins, que cifra en 154.578 los fallecidos.
Solo en julio, la enfermedad fue contraída por 1,87 millones de personas y causó unas 25.000 muertes en el país, que además ha encajado un duro golpe económico debido a las medidas para tratar de contener la propagación del virus.
Después de que estados como Nueva York y Nueva Jersey, ubicados en la costa este, fueran azotados por la pandemia en los meses posteriores a la llegada de la enfermedad al país, los casos se han trasladado a zonas como California, Florida y Texas, cuyas autoridades han debido retroceder en sus planes de reapertura.